Los vinos de un espíritu libre

Raúl Pérez Pereira, de negro impoluto, se expresa con timidez y un tono de contenida modestia. Es el contrapunto personificado de sus nuevos vinos arriesgados, una fiesta para los sentidos, que tal vez sólo se pueda permitir uno de los «emblemas» de la Denominación de Origen Bierzo. Así lo definió su «hermano», Ricardo Palacios -otro fenómeno-, en la presentación de las etiquetas que Raúl ha venido elaborando en los últimos años sin perder de vista el «cash» de sus trabajos de éxito en Tilenus para las Bodegas Estefanía. El acto tuvo lugar en un rincón idílico, tan sosegado como las palabras de Raúl. El patio del Museo del Bierzo. Entre muchos amigos y a la vez colaboradores, como el propio enólogo se encargó de ir presentando casi sin dejar ni uno. Con mención especial para su querida tía. Gracias a ellos, la mano de Raúl, que es al vino de calidad lo que la de Maradona al fútbol, ha regalado al mercado el fruto de su espíritu libre. En Galicia, después de un reposo bajo las aguas de las islas Ons, un albariño que lleva por nombre Sketch. Algo más abajo, en la Ribeira Sacra, un mencía que se delata en la propia etiqueta: Pecados. Y de nuevo de vuelta al Bierzo, un mencía joven Ultreia Saint Jacques, y otro más evocador de sus orígenes el Ultreia Valtuille, con uvas de su ya conocido Pieros. Son sólo una nueva tarjeta de presentación para quien no la necesita. Vendrán más. Desde la bodega que prepara con mimo en Valdevimbre, donde trabaja con el Prieto Picudo. «En la vida hay momentos en que hay tomar decisiones y este es uno de ellos», razona sobre su aventura en solitario. Aunque confiesa que siempre quiere regresar a Valtuille. Así sea.