El uso de móviles y aparatos electrónicos de entretenimiento por los alumnos suele estar prohibido o limitado en colegios e institutos, principalmente en las aulas, aunque las Comunidades Autónomas carecen, en general, de una norma autonómica específica de cumplimiento obligatorio, excepto Madrid. Entre las autonomías, la Comunidad Valenciana prepara un decreto, Extremadura ha emitido una serie de orientaciones para los centros y Castilla-La Mancha no tiene previsto fijar una norma general sobre este asunto, que considera problemático y polémico. Desde este curso se aplica en la Comunidad de Madrid el decreto de normas mínimas obligatorias de convivencia escolar, que cada centro desarrollará y precisará. El texto habla del
. Entre otros puntos prevé como falta muy grave
, que se puede penalizar hasta con la expulsión del centro. La Generalitat valenciana está consensuando con el sector educativo un borrador del decreto de derechos y deberes de padres, profesores y alumnos, que considera conducta contraria a la convivencia escolar el uso de móviles, aparatos de sonido y otros electrónicos
. No obstante, los centros de la Comunidad Valenciana regulan ya de forma más concreta el uso de móviles, MP3 y elementos electrónicos similares y las sanciones por incumplimiento. En 2006 la Consejería de Educación de Extremadura recomendó a los directores que propusieran a los consejos escolares la regulación y, en su caso, la prohibición del móvil en el recinto escolar para evitar distracciones en las aulas y acciones contra la dignidad e integridad física y moral del alumnado, como la grabación y difusión de conductas violentas y denigratorias. Desde la Consejería castellano-manchega, indican que retirar el teléfono a un escolar es una
y viola sus derechos y deberes como tal. Las fuentes citan casos de padres que han ido al colegio para reclamar el móvil del hijo y quejarse por la actuación del centro. Por ello se deja vía libre a los centros de la región para que establezcan las normas básicas de convivencia. Tampoco existe una norma autonómica obligatoria en Castilla y León, sino que los centros pueden fijar las reglas que consideren adecuadas. El decreto castellano y leonés de Derechos y Deberes de los Alumnos, de mayo de 2007 dice que todos los estudiantes tienen
y la obligación de
regulados en esta norma. Las autoridades educativas de Murcia tampoco han prohibido expresamente los móviles u otros aparatos, aunque sí hablan del buen aprovechamiento de las clases. Los centros tienen sus normas de convivencia, que impiden el uso de tales aparatos personales en la mayoría de los casos y que serán retirados y entregados al jefe de estudios; éste los custodiará hasta que los padres los reclamen. En general, los institutos de Cataluña prohíben el uso de móviles en clase, pero los alumnos pueden guardarlos consigo apagados. En algunos centros de esta comunidad o en zonas como el comedor escolar se aplican programas para evitar que los jóvenes acaben
al móvil o al MP3. El Gobierno de La Rioja prepara un decreto de deberes y derechos de alumnos, en los que se aunarán criterios generales para lograr una mejor convivencia en las aulas en todos los sentidos. En el País Vasco cada centro regula el uso, aunque la norma general es que se puede llevar el teléfono a clase, pero siempre apagado y, en algunos centros, ni siquiera de esta forma. En el resto de CCAA, lo habitual es que no esté permitido en ninguna instalación o al menos en las aulas durante las clases, aunque no existe una reglamentación autonómica concreta. Los cajeros automáticos fallan en seguridad y en accesibilidad y, además, las comisiones que cobran por el uso de otras redes son altas, según un estudio de la revista «Consumer Eroski» que ha examinado más de 350 terminales y encuestado a casi 1.800 usuarios. De acuerdo con este análisis difundido, los cajeros ofrecen más operaciones y servicios, así como más información al usuario, sin embargo la accesibilidad para discapacitados es deficiente y las comisiones por emplear otras redes llegan a los 3,01 euros La publicación ha visitado 395 terminales, de las que 350 pertenecen a 16 entidades diferentes. El resto corresponde a bancos que no forman parte del informe, pero se visitaron para conocer las comisiones que se les cargaba a los clientes que operaron con tarjetas de las entidades del estudio. En comparación con los resultados obtenidos en este informe respecto a uno similar publicado por la misma publicación en 2003, los cajeros han experimentado una mejora, aunque lastrada por
. En este último apartado, tres de cada diez cajeros suspendieron la prueba planteada (proporción superior a la de cuatro años atrás, que rondaba el 20%). Por el contrario, los avances han sido notables en el aumento de operaciones y servicios disponibles en los cajeros, la información que se ofrece al usuario y el estado de conservación y limpieza. Además, los usuarios se muestran, en líneas generales, satisfechos con el servicio que reciben. Así lo indican los resultados de una encuesta realizada a 1.735 clientes de las 16 entidades, que inciden en la carestía de los reintegros en otras entidades o redes de cajeros y la seguridad como sus principales motivos de queja. Por entidades, los únicos cajeros que han superado con holgura el examen (un
de calificación global, y únicos que aprobaron en accesibilidad) son los de BBK. Los de CAM, Ibercaja, La Caixa y Unicaja lograron un
, mientras que los del resto se quedaron en un mediocre
. En cuanto a la cuestión de la seguridad, a pesar de que es recomendable no marcar la clave secreta o PIN de las tarjetas en presencia de otras personas, sólo en uno de cada diez cajeros advertían sobre esta precaución.