Así serán los 93 próximos días

El verano que comienza hoy sábado -a las 1.59 horas- será «ligeramente más caluroso» que el anterior, con temperaturas que podrían estar entre medio y un grado por encima de las medias registradas en los últimos años en cada zona de la geografía española. Así lo anuncia la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que facilitaba además los registros climatológicos e hídricos de la primavera que concluye, la más lluviosa de los últimos 37 años y algo más cálida que la pasada. Datos de una Agencia Estatal empeñada en ofrecer nuevo servicios al ciudadano que ya pude acceder a través de internet a una previsión diaria sobre las condiciones climatológicas tanto en 600 playas españolas como en las laderas y cumbres de los sistemas montañosos más importantes del país. El verano es la estación más larga del año. Cuando concluya, dando paso al otoño el próximo 22 de septiembre, habrán transcurrido 93 días y 15 horas. A lo largo de esos casi cien días, los termómetros marcarán temperaturas «ligeramente más elevadas» que la registradas en este periodo durante los últimos años. Así lo aseguró este viernes Fermín Elizaga, meteorólogo jefe del área de predicciones de la Aemet que predice un estío «ligeramente más caluroso de lo normal». Un calor que se percibirá con más intensidad en la mitad este y el sur peninsulares, mientras que en resto del país los registros serán prácticamente iguales a la media de los últimos años. Una media que varía sensiblemente dependiendo de las zonas geográficas y que tiene su «punta» de calor en los 37 grados del Valle del Guadalquivir y que roza los 30 grados en algunas zonas de Levante. No se descarta que haya olas de calor a lo largo de estos tres meses estivales, aunque los expertos presumen que no serán tan intensas como las de 2003, cuando la variación de la temperatura estuvo entre uno y tres grados por encima de los registros medios, en lugar del grado al alza que se anuncia ahora. Coherente En términos climáticos, el incremento del calor se refiere como «ligero», «moderado» o «fuerte». A pesar de que la predicción para España habla de un incremento 'ligero', los expertos lo juzgan coherente con el patrón que en los últimos años o vienen marcando el cambio climático y el calentamiento global. «Hay que analizar esta predicción de aumento ligero del calor en el contexto de las series históricas, de modo que si este año promediamos casi un grado más en relación con otros años, será un registro compatible con el escenario de calentamiento que se viene produciendo desde hace varias décadas», apunta el meteorólogo Antonio Mestre, jefe de aplicaciones de la Aemet. Los meteorólogos de la agencia no prevén «nada extraordinario en cuanto a precipitaciones» durante el verano, es decir, poca lluvia tras una primavera especialmente generosa con el agua. Tanto, que apagó todas las alarmas de sequía con precipitaciones un 73% por encima de la media del mes de abril y hasta un 80% en mayo. Mestre facilitó los datos sobre la primavera que dejamos atrás y que ha sido «ligeramente más cálida que la pasada, -su media de 13,7 grados la sitúa en el puesto 13 en los últimos 40 años- y las más húmeda desde 1971». Un registro feliz que tumbaba el fantasma de la sequía y que redujo drásticamente el déficit hídrico gracias a las generosas lluvias de finales de abril y de todo el mes de mayo. Los cinco primeros meses del año hidrológico, que va de octubre a septiembre, habían sido los más secos de los últimos sesenta años. El déficit hídrico era de 150 mililitros, los que suponía un 40%. Durante la primavera se redujo notablemente, entre los 40 y 50 mililitros para el conjunto del país, para quedarse en un 8% en vísperas del verano. La primavera ha sido «muy húmeda» en la cornisa cantábrica, en la vertiente atlántica y en la cuenca alta del Ebro, y «extremadamente húmeda» en Asturias, la mitad oriental de Castilla y León, La Rioja y el sur del País vasco.