Diario de León

Diario de una aventura

Un derroche de belleza natural

La laguna, las montañas, los glaciares colgantes, las lengas y ñires, el brillante cielo azul, los guanacos y el monte Caledonia son un conjunto de sensaciones inigualable

Publicado por
JESÚS CALLEJA
León

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Ya no hay vuelta atrás. Con las mochilas hinchadas como botillos nos ponemos en marcha sobre la ladera izquierda del glaciar Stopani, que es un caos de rocas y piedras de granito, por las que avanzamos sin problemas. No sólo llevamos pesadas cargas. Es que además tenemos que filmar toda la expedición para nuestra serie Desafío extremo, en Cuatro TV . Emilio Valdés y yo pensamos que pocos o más bien ningún programa de televisión hay con este nivel de compromiso y exposición.

El glaciar Stopan, se alimenta de otro gran glaciar llamado Armada de Chile, y antes hay otro valle a su izquierda, por el que sale un río glaciar que proviene de otro glaciar que se forma en el circo de las montañas: Bobe, Roncali, Gémini, y Caledonia. Es por este valle angosto por el que nos adentraremos. Ascendemos por un frente de morrena glaciar, que da paso a un pequeño lago, remontamos otra morrena más pequeña y aparece para nuestra desgracia una turbera muy amplia asociada a castoreras.

Ahora hay que entrar al glaciar que se descuelga de este mágico circo de montañas verticales por el lado derecho, para sortear numerosos laguitos. Es un caos de piedras y rocas en continuo movimiento. Aquí hay que estar el menor tiempo posible, pues los desprendimientos son continuos. Por fin alcanzamos el borde de la morrena y aparecen de nuevo las lengas y ñires, e intuimos una pequeña senda de guanacos, que como sabéis son una especie de llama.

Este sendero va justo por el filo de la morrena, con unas vistas irreales del circo glaciar y los montes Bobe, Roncali, Gémini y Caledonia. ¡Es un paisaje soberbio¡. Nos quedamos con la boca abierta de la magnitud del lugar, ya no nos pesan ni las mochilas a pesar de llevar ocho agotadoras horas de caminata. No hemos parado ni a comer y vamos recolectando unos pequeños frutos del tamaño de un garbanzo de un rojo atractivo, con sabor a manzana y que es comestible: se llama chaura.

Al poco rato llegamos a una laguna colgada de la morrena glaciar, en un lugar privilegiado, con vistas a todo el circo de este sector de la Cordillera Darwin. La laguna, las monumentales montañas, los numerosos glaciares colgantes, los glaciares de valle, las lengas y ñires, el cielo de un azul brillante, los guanacos y, sobre todo, las vistas de nuestro objetivo, el monte Caledonia, hacen un conjunto de sensaciones visuales como pocas veces se pueden ver. Es imposible encontrar un adjetivo que califique este derroche de belleza. Estamos todos sin palabras. Luis ha bautizado este lugar como Laguna de los Zorros, porque cuando escaló el Caledonia en su primera repetición, los zorros, le comieron casi toda la comida que habían almacenado en este punto.

Vemos claramente la ruta que seguiremos. Tenemos que instalar un campo I y después de darle muchas vueltas no lo pondremos donde es el sitio natural, lo haremos muy alto, relativamente cerca de la cima, pues el siguiente objetivo si alcanzamos la cima del Caledonia es descender hacia el otro lado, del que no se ve nada, y del que nadie ha explorado jamás. Nunca antes nadie descendió hacia esa parte, y menos aun exploró el lugar para buscar una ruta novedosa que llegue a conectar con el glaciar Alemania y alcanzar como sea la bahía en el canal de Beagle donde llamaremos por el teléfono satélite a nuestro velero. Mientras nos embobamos mirando al Caledonia, hacemos la cena: hoy toca raviolis, de sobre por supuesto, una chocolatina por barba, té o café y al saco, que mañana hay que madrugar y yo antes tengo que hacer los deberes. Os aseguro que es costoso golpear las teclas del pequeño ordenador con los dedos entumecidos por la humedad y el frío, pero escribir me motiva y me gusta, sobre todo porque sé que mis amigos lectores son fieles a mis crónicas y esto me anima a contaros lo que me ocurre. Amigos, ¡va por ustedes! Mañana empieza lo gordo, hasta ahora casi vacaciones. Atentos. Os escribiré en dos días.

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