¿Tu perro se marea en el coche? Esto es lo que tienes que hacer
Que el viaje no se convierta en un suplicio para tu perro y para ti. Es el onjetivo de una batería de recomendaciones para evitar los mareos en el coche. Trucos sencillos que te permitirán disfrutar de una escapada a la playa, unas vacaciones lejos o una simple visita al veterinario

Llega el buen tiempo y los viajes a la playa o al campo, de vacaciones o a pasar el día. Un perro que se marea en el coche es una complicación en el trayecto. No sólo porque vomite dentro, también porque obligará a hacer muchas paradas. Hay algunas cosas que se pueden hacer para solucionar este pequeño inconveniente que, sin embargo, es muy molesto para tu mascota.
Hay dos motivos fundamentales por los que puede ocurrir: por el movimiento o por ansiedad. En el primero de los casos, que les sucede fundamentalmente a los cachorros, porque su oído está a ún inmaduro, los veterinarios recomiendan acostumbrar desde pequeños a los perros al coche. La mejor manera es hacer pequeños trayectos por la ciudad y evitar inicialmente las curvas. Progresivamente se puede aumentar la duración del paseo en coche y circular por tramos cada vez más complejos.
La mayor parte de los perros sufren mareos por ansiedad o estrés. Los síntomas son diferentes. Por regla general, lloran, babean, bostezan continuamente, tiemblan, se lamen los labios sin parar, jadean y vomitan. Se recomienda siempre llevar bien asegurado el perro, con sistemas de seguridad homologados, dejarles a mano su manta o un juguete, llevar las ventanillas del coche bajadas para que entre aire fresco y mantener el coche con una temperatura apropiada, viajar sin música y no hablar muy alto, asegurar bien la jaula para que no se mueve y, en la medida de lo posible, colocarla en un lugar en el que el perro tenga a su vista la carretera de frente, forrar los lados de la jaula para que no tenga visión lateral reducirá las posibilidades de que se maree, procurar no dar de comer al perro antes de iniciar el viaje pero permitir que se hidrate bien, si es necesario se recomienda no darle alimentos sólidos las 8 horas anteriores al trayecto ya sea en coche, en barco o en avión, darle un bue paseo antes para que vaya descansado y tenga menos niveles de estrés, parar el vehículo y bajar de él cada dos o tres horas y darle agua y, si es necesario, reducir la velocidad a la que se circula.
Si todo esto falla, queda aún el recurso de los medicamentos contra las naúseas y los vómitos, que sólo deben recetar los veterinarios. Ellos administrarán los fármacos que consideren más adecuados al perro y a las características y duración del viaje.
Algunos educadores recomiendan probar con productos naturales y con aerosoles o collares calmantes que llevan feromonas, sustancias químicas que producen los animales que pueden ayudar a calmar al perro.

Para evitar que el perro relacione el coche con una situación estresante se puede dejar que suba al interior sin necesidad de hacer un trayecto, simplemente con el vehículo parado y el motor apagado. Y dejar que olfatee el lugar sin presionarlo. Después, se recomienda darle un premio. Esa misma maniobra se puede repetir poniendo el coche en marcha pero sin moverlo del lugar en el que está aparcado. Y, por último, dar una pequeña vuelta e ir ampliando la distancia hasta que el perro se acostumbre al coche.
Este entrenamiento será útil no sólo para viajar, también para llevarlo al veterinario o a hacer compras. Si durante el trayecto llora o gime, los educadores recomiendan no reñirle pero tampoco consolarlo con el fin de no reforzar su comportamiento. Si no mejora de los síntomas y no tiene un problema de salud, se puede consultar a un etólogo, que ayudará a modificar la actitud de la mascota. Consejos para que viaje se convierta en un actividad agradable y no en una molestia para tu perro.