Una vida de esfuerzo
Un 10 de agosto de 1987, Nicolás Albanzas Fernández disfrutaba de un día de baño con sus amigos en Mansilla de las Mulas. Se tiró de cabeza al río y sufrí una luxación en el cuello que le produjo una tetrapléjia. Tenía 15 años. Ahora, con 40, ejerce su procesión por teletrabajo en Caja España-Duero. Ha estudiado dos carreras, es un hombre optimista, pero necesita ayuda. Su familia, su madre, su pareja y sus amigos son los mejores aliados. Y Juan Carlos Fernández, un voluntario de Cruz Roja que desde hace quince años se ha convertido en su mano derecho para estudiar y la organización administrativa de su empresa, a la que le dedica las tardes.