Diario de León

Un órgano de 2 m2

La piel pesa 5 kilos y está colonizada por hongos y bacterias que interaccionan y colaboran para protegerla,son los llamados ‘comensales’ que hay que respetar.

Una piel sana no necesita productos agresivos ni exfoliación.

Una piel sana no necesita productos agresivos ni exfoliación.

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La piel es el mayor órgano del ser humano. Mide entre 1,5 y 2 m2 y pesa entre 4 y 5 kilogramos.

Una piel normal está colonizada por bacterias, hongos y parásitos. «Todo un equipo que se denomina microbiótica», explica el jefe del servicio de Dermatología del Hospital de León, Manuel Ángel Rodríguez Prieto.

Estos ‘inquilinos’ están en una proporción de 1 a 10 con las células. «Interaccionan y colaboran con el anfitrión para nuestra protección. Esto es así mientras haya un equilibrio en el número de invitados, pues si este equilibrio se altera, el germen dominante se transforma en patógeno y entonces se produce una enfermedad». Rodríguez asegura que la ‘microbiótica’ no sólo ayudan contra la colonización dominante, sino que además invitan al asentamiento de otros gérmenes externos y patógenos. «Cada área anatómica (axilas, ingles, etc) tiene sus propios comensales y esto debe de ser respetado».

Como todos los órganos del cuerpo necesita cuidados para mantenerse saludable. «La piel es un envoltorio que en condiciones de normalidad nos aísla de lo de fuera e impide que perdamos lo que tenemos dentro. Lo consigue de una forma física, el propio tejido cutáneo y otra química, a través del sistema inmunológico».

Los que más importancia tienen son los queratinocitos —que son las células más numerosas de la epidermis— y las glándulas sebáceas y sudoríperas, que tienen una importante función en la respuesta inmunitaria. «Las bacterias comensales también pueden influir activando o inhibiendo distintas funciones inmunológicas».

Una correcta higiene ayuda a mantener sana la piel. Pero la pregunta de cuáles son los hábitos más saludables no tiene una respuesta igual para todos. La piel hay que lavarla siempre que lo necesite. «No es bueno estar en contacto con la suicidad, pero tampoco es bueno, eliminar con lavados agresivos, nuestro manto ácido-graso. Lo importante es usar jabones ácidos y poco detergentes», asegura Rodríguez. El pH ácido de la piel y el manto grado contribuyen a dificultar el asentamiento de los gérmenes patógenos.

Los cuidados de la piel son diferentes según la edad de las personas. La piel de los bebés es fina y muy permeable. «Por eso debemos de usar productos poco agresivos, poco perfumados y con pocos componentes químicos. Así disminuiremos el riesgo de irritación y sensibilización». A los bebés se les puede bañar a diario, pero teniendo en consideración las recomendaciones para no perjudicar su piel.

En la adolescencia hay que utilizar productos de lavado más desengrasantes «pero debemos evitar cremas hidratantes y otros cosméticos con una base grasa. Lo contrario podría estimular o agravar un brote de acné».

Lo recomendable para los adultos es utilizar cosméticos normales o poco grasos en función del tipo de piel, pero siempre jabones ácidos y poco detergentes.

Las personas mayores tienen una piel parecida a los bebés, pero mucho más seca, por lo que lo recomendable es el uso frecuente de hidratantes y emolientes.

El exceso de celo puede perjudicar la salud de la piel. La exfoliación, muy utilizada en cosmética, no es necesario. «La piel se exfolia sola. La capa cornea cumple su función de barrera, por lo que no tiene ningún sentido eliminarla. Otra cosa es si tenemos durezas o tapones foliculares donde el uso de esponja, guantes o cremas exfoliantes podrían ser recomendadas».

HIGIENE

El pH ácido de la piel y el manto graso contribuyen a dificultar el asentamiento de los gérmenes patógenos.

HIDRATACIÓN

Un grado óptimo de hidratación va a evitar que aparezcan grietas en la barrera cutánea, impidiendo la entrada de sustancias extrañas y la pérdida de agua y otras sustancias. La grasa tiene un efecto protector.

FOTOPROTECCIÓN

Aplicación frecuente de productos en exposiciones prolongadas. Evitar el sol de forma absoluta sería contraproducente, pues el sol es la principal fuente de vitamina D, necesaria para los huesos.

DESINFECTANTES

El empleo indiscriminado de antibióticos y desinfectantes dismunuye la vigilancia inmunológica.

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