Los urólogos desaconsejan las hormonas para la andropausia

La primera encuesta nacional sobre salud masculina revela que el 52% de los hombres mayores de 45 años sufren síntomas propios de una recesión biológica denominada andropausia. El estudio indica que en León la incidencia de la andropausia es aún mayor, del 68,5% de los varones de entre 45 y 74 años. Sin embargo, urólogos consultados por este periódico subrayan que el fenómeno no tiene parangón con la menopausia femenina y que sólo es equiparable con el climaterio en la edad en que se produce. «La sustitución hormonal no es la solución, entre otras cosas porque la terapia a esa edad es muy peligrosa, podemos inducir un cáncer de próstata», afirma Francisco Javier Gallo, jefe del servicio de Urología del Hospital de León, Francisco Javier Gallo. El médico señala que la andropausia se manifiesta principalmente en «problemas de apetencia y disfunción eréctil», que en ocasiones no están relacionados con una disminución de la testosterona, la hormona masculina que regula estas funciones, sino que oculta otros problemas de tipo orgánico e incluso psicológicos. Son muy frecuentes los casos de hombres que descubren, a partir de las consultas sobre disfunción eréctil, «un problema de tipo vascular que se está iniciando o está evolucionado», añade el urólogo. Los vasos del pene son muy sensibles a la más mínima reducción de la capacidad vascular. Puede descubrirse también un problema incipiente de tipo neurológico. Asimismo, los hombres que padecen diabetes o alguna hepatopatía son propensos a sufrir disfunción eréctil, por lo que antes de relacionar el problema con la testosterona hay que hacer un estudio en profundidad del paciente que descarte otras enfermedades de base. La falta de apetencia sexual también puede esconder trastornos de índole psicológico. «La palabra andropausia quiere decir que se produce un detrimento de las funciones propias del hombre y lo que es verdad es que a medida que se van cumpliendo años hay más problemas» que podrían influir no sólo en un declive sexual, sino también en el estado de ánimo y la merma de fuerzas para trabajar, que son algunos de los problemas asociados a la andropausia según expertos como el urólogo Ignacio Moncada. Los andrólogos que han definido hasta ahora la andropausia se centran en los parámetros de disfunción eréctil y disminución del deseo sexual, que irían acompañados de otros síntomas como estado de ánimo depresivo, cansancio físico y agotamiento, problemas con el sueño, disminución del crecimiento de la barba, sudoración excesiva y sofocos, pérdida de la capacidad de concentración y disminución de la sensibilidad en el pene, así como de los orgamos matinales. En cambio, en la menopausia los aspectos sexuales se han tenido menos en cuenta y no siempre se aconseja la ayuda de un psicólogo, como en el caso de los hombres.