Atracciones televisivas

Casi nunca falta un comedor escolar en las leyendas negras estudiantiles. Y así lo han confirmado los talleres infantiles del XIX Salón Internacional del Club de Gourmets, donde más de un «¡qué rico!» llevaba coletillas como «y encima gratis; no como en el cole, que hay que pagar y además no nos gusta». Otra queja: «Como de todo, y sobre todo comida del colegio. Pero no está rica, o está muy fría, o muy caliente». Pero hay «vacunas» contra esas alergias gastronómico-escolares, como los servicios de monitores de comedor de Scolarest, cuyo stand atrapó la atención infantil con actividades lúdico-educativas para la higiene postural (el «juego de la columna») y la buena nutrición (el «juego de la higiene alimentaria»). Las bocas abiertas y las muchas manos levantadas para contestar a las preguntas de las monitoras Nieves, Mari Carmen y Elena dieron testimonio de que el método funciona. El anuncio de una colegiala de que «¡están entrevistando a unos compañeros, los están entrevistando!» provocó una auténtica estampida estudiantil.