Nace en León la primera asociación de?afectados?por?lactocuproartrosis Productos naturales y otras terapias Cerca de 100.000 personas tienen párkinson en España

Cansancio crónico, dolores musculares, temperatura corporal inferior a los 36 grados, irritabilidad, pérdida de memoria, insomnio, depresión, dolores de cabeza frecuentes y picores continuos. Estos son los síntomas de la lactocuproartrosis, un síndrome de los denominados «raros», no reconocido oficialmente que, según los estudios realizados en Estados Unidos, afecta aproximadamente al 40% de la población. Algunos de los afectados por estas dolencias en León han constituido la primera asociación que existe en España sobre esta enfermedad. Su objetivo, según la presidenta, Charo Ferreras, es dar a conocer estos síntomas y los motivos que los provocan. La acumulación de cobre en el organismo, junto a la intolerancia a la lactosa son algunas de las causas que ocasionan todos estos padecimientos. José María Robles, vicepresidente de la asociación, licenciado en Ciencias de la Salud, doctor en Medicina Tradicional China y Máster en Nutrición, aclara que la toxicidad de estas sustancias no se detecta en un análisis de sangre, «hay que realizar una biopsia en los tejidos o un análisis del cabello». Este especialista asegura que esta dolencia provoca síntomas sutiles que no ponen en peligro la vida del paciente, «pero imposibilitan su vida diaria». La dieta El único tratamiento conocido es la dieta, que debe ser pobre en alimentos elaborados, y evitar el consumo de productos lácteos y el agua con alta densidad mineral. «El cobre y otros materiales presentes en el agua provocan grandes oxidaciones porque, a su vez, está carentes de zinc, que es necesario para el buen funcionamiento del organismo», según Robles que aconseja, entre otras cosas, evitar beber agua con una alta densidad mineral. «Vamos a impulsar la salud trabajando la dieta y complementando con suplementos dietéticos y productos ecológicos». Con estas medidas, y un aporte de vitaminas y minerales, este especialista ha comprobado que los síntomas disminuyen en sus pacientes. El cobre es una sustancia muy común que se utiliza en la industria y la agricultura, por lo que está presente en algunos alimentos. Aunque los humanos pueden tolerar concentraciones de cobre proporcionalmente altas, la presencia de mucha cantidad de este material en el organismo puede también causar problemas de salud. La gente que vive en casas que todavía tiene tuberías de cobre están expuestas a más altos niveles que la mayoría de la gente, porque es liberado en sus aguas a través de la corrosión de las tuberías. Charo Ferreras, presidenta de la primera Asociación de Afectados por la Lactocuproartrosis, lleva años luchando por el reconocimiento de estos síntomas y su relación con la ingestión de minerales como el cobre y su efecto nocivo sobre el organismo. Ella padecía todas las dolencias descritas, pero los análisis realizados no aportaban datos clínicos del padecimiento de alguna enfermedad. Tras la lectura del libro Cómo vencer el cansancio crónico , de Ann Louise Gittleman, se puso en alerta y no cesó hasta que encontró al especialista que investigó sobre este síndrome. Tras varias sesiones en su consulta y la realización de algunas pruebas diagnósticas, José María Robles detectó en los tejidos de la paciente la presencia de cobre. «Cuando se detecta en la sangre es porque el paciente ya está muy mal, por eso no suele salir en las analíticas normales», asegura este médico. Este especialista aconseja evitar el consumo de alimentos de elaboración rápida, el agua de alta densidad de mineralización y los lácteos. «Con la edad no se pueden digerir ciertas proteínas, por lo que se produce una degeneración de los tejidos». Esta es la razón por la que este síndrome lo suelen padecer las personas de la tercera edad, aunque en la asociación, formada por siete personas, hay afectadas jóvenes. La Plataforma para la Defensa de la Salud Natural (PDSN) tiene entregadas en el Congreso de Diputados un total de 100.000 firmas recogidas para solicitar «el libre acceso a los productos naturales y la regulación de las terapias alternativas». La Plataforma ha recogido las firmas en toda España «para reclamar la libertad de recurrir al uso de las terapias y productos naturales, así como su libre circulación y venta en todos los países de la Unión Europea», según el secretario general de la PDSN, el psicoterapeuta de Barcelona, Antonio Rodríguez Ferreres. La Plataforma ha exigido que cesen «las restricciones crecientes» a la libre circulación y venta de los productos naturales dentro y fuera de la Unión Europea, «a menos que exista información científica contrastada que indique riesgos reales para la salud de los consumidores». «Pedimos al Gobierno central, que al igual que en Cataluña se están regulando la figura del Práctico Naturista (Naturópata), la Homeopatía, las Terapias Manuales y la Medicina Tradicional China, se regulen en toda España a los profesionales de la Salud Natural, creando facultades y escuelas de formación propia, así como colegios profesionales y apoyando su inclusión en la Seguridad Social», asegura Rodríguez. También piden a la administración que «nos informe debidamente del empleo correcto de las técnicas y productos naturales, y que cese la campaña de descrédito constante a la que se ve sometido el sector herbodietético». Las personas que tienen Parkinson, segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente y que afecta en España a cerca de cien mil personas, esperan que la futura Ley de Dependencia contribuya a la mejora de su calidad de vida. Las expectativas puestas en el proyecto de ley que prepara el Gobierno son una de las reivindicaciones de los afectados, que aprovechan para recordar sus necesidades y preocupaciones, con motivo de la celebración la semana próxima, el 11 de abril, del Día Mundial de esta enfermedad. Las federaciones de familiares y enfermos de Parkinson recuerdan estos días algunas de las medidas que creen necesarias para mejorar la integración social y laboral de los enfermos, ya que el mal es responsable de que el 40% de las personas afectadas se jubile de forma prematura. Aunque la enfermedad es crónica y progresiva, durante los primeros años en los que se diagnostica los fármacos permiten el control de muchos de los síntomas, aunque con el tiempo pierden efectividad. Dependientes El objetivo es retrasar el momento en el que los afectados se hacen grandes dependientes, algo que según la neuróloga María José Catalán, especializada en trastornos del movimiento y que trabaja en el Hospital Clínico de Madrid, sufren el 24% de los cien mil enfermos que hay en España. Existe una creencia popular acerca de que el principal factor que hace pensar en el Parkinson es el movimiento y temblores descontrolados de los pacientes, pero Catalán explica que lo más frecuente al inicio del problema es la lentitud progresiva para realizar movimientos, la rigidez y la torpeza. También es muy frecuente debutar en el mal con trastornos psicológicos como la depresión, debido a que el Parkinson produce un déficit de sustancias neuronales responsables de la apatía y de la pérdida de tono vital que acompaña a los procesos depresivos. Como los tratamientos son solo sintomáticos y dirigidos a retrasar e impedir el deterioro, es muy importante que los afectados reciban además todo tipo de ayuda de fisioterapia, logopedas, atención en domicilio y psicoterapia y también son fundamentales los grupos de ayuda.