VIVIR A CUERPO DE REY

Una casa para dos personas en el corazón de Babia suena a encontrar un tesoro en la montaña. Pero La Lechería de Babia multiplica por cuatro ese sueño al alcance de unos día de descanso, unas vacaciones o un fin de semana. Son cuatro las casas que oferta en un paraje excepcional, bucólico e imponente. Y permiten así tanto la desconexión para olvidarse de los días duros de trabajo, como empaparse de todo lo bueno que esta comarca tan real como mítica pone sobre la mesa y el mapa del visitante.

Se trata de cuatro casas llenas de detalles: «Nos apasiona ver disfrutar a nuestros visitantes, mostrarles nuestra tierra, nuestras montañas, nuestra naturaleza desde un lugar que te invite a la tranquilidad y a la calma de Babia», asegura Ángel Quiñones, propietario del negocio y responsable de que quien acude a La Lechería saldrá seguro con la mejor sensación de hospitalidad.

Así, gracias a su empeño en sacar aún más lustre a los encantos de Babia, nada más llegar comienzan las atenciones: «Con cada estancia, incluimos un detalle de bienvenida: un roscón casero y una hogaza de pan babiano, todos artesano, todo recién hecho para ti, para que te encuentres mejor que en casa», anuncian.

Y también da pistas para el que ya casi quiera integrarse en un paisaje y una vida excepcional: «Puedes alojarte en el Refugio, en el Portalón, el Lucero o en el Agua de la Lechería. Por nuestra situación, bien comunicados y en el centro de la comarca, somos el perfecto cuartel general para conocer toda la zona de Babia, para que disfrutes al máximo de aquel hermoso dicho de ‘estar en Babia’».

Y un apunte más: «Si deseas traer tu mascota a Babia, no lo dudes. En todas nuestras viviendas, son bienvenidas», adelanta.

En definitiva, la Naturaleza mayúscula, a toda comodidad, es el secreto de La Lechería de Babia.