Zapatero anuncia a Giscard que quiere desbloquear la Constitución Europea

José Luis Rodríguez Zapatero transmitió ayer a Valéry Giscard D'Estaing, presidente de la Convención encargada de redactar la Constitución europea, su intención de desbloquear las conversaciones sobre el reparto del poder en la UE para permitir que los quince Estados miembros y los diez candidatos a la ampliación aprueben la Carta Magna cuanto antes, a ser posible el 17 y 18 de junio, al término del mandato de la presidencia irlandesa. En la entrevista que durante casi una hora mantuvieron en la sede del PSOE, el próximo presidente del Gobierno transmitió a D'Estaing su «firme compromiso» para intentar que salga adelante la Constitución ahora que la presidencia irlandesa ha abierto una tercera vía que tanto los socialistas españoles como el Ejecutivo saliente verían con buenos ojos y que no deja en mal lugar a los países medianos. Giscard expuso ante Zapatero el sistema de doble mayoría que la Convención para el futuro de Europa propuso para la toma de decisiones en las instituciones comunitarias, que permitía dos vías de bloqueo: el voto en contra de países que sumaran un porcentaje de población pendiente de determinar -que podrían controlar Francia y Alemania al aliarse a un tercer país- o el voto en contra de un número determinado de Estados -que permitiría a los pequeños manejar las decisiones a pesar de su escaso peso demográfico-. Esa propuesta deshizo el camino andado en el Tratado de Niza, que dejaba en buena situación a los medianos como España o Polonia, y abrió un enfrentamiento de Aznar con D'Estaing primero y más tarde con Jacques Chirac y Gerhard Schroeder. El desacuerdo desembocó en el bloqueo de la Constitución en la Cumbre de Bruselas de diciembre. La presidencia irlandesa ha elaborado un borrador alternativo que respeta la doble mayoría, pero que añade un tercer parámetro corrector (la 'doble llave') que da también posibilidades de bloqueo a los medianos, aunque aún están por ver los porcentajes. Esta nueva opción y la conversación que mantuvo con Zapatero antes de la última cumbre de Bruselas, empujaron a Aznar a levantar su veto al proyecto constitucional en aquella cita para, así, no comprometer las futuras negociaciones del PSOE. D'Estaing transmitió a Rodríguez Zapatero el ambiente «positivo» que cree que existe en el resto de gobiernos europeos tras su elección en las urnas. Sin embargo no hablaron de asuntos de «política interior» ni de las diferencias entre el Ejecutivo saliente y el que formarán los socialistas. Aunque el próximo presidente, acompañado de Miguel Ángel Moratinos, no comprometió su postura sobre la 'doble llave' en la reunión, los visos de llegar a una solución que satisfaga a todos los países son mayores que nunca, según los asistentes a la entrevista.