La dirección del viento aleja el peligro en favor de los vecinos

A última hora de la tarde de ayer todavía permanecía un retén de los bomberos en la factoría de Aceros Roldán para controlar el vaciado del tanque, que por razones de seguridad hubo que hacer lentamente. Fue el fin de una jornada maratoniana para los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Ponferrada, que tuvo que ser reforzado con personal de descanso ante la gravedad de la situación. La nube tóxica se extendió con rapidez y fue la dirección del viento la que jugó en favor de los vecinos de Santo Tomás de las Ollas y de la propia capital berciana.

El aire trasladó la materia tóxica en sentido contrario y, por eso, no hubo riesgo para la población pese a lo peligroso del escape. «La mezcla de ácido sulfúrico y ácido nítrico provoca monóxido y dióxido de nitrógeno», explicó Bao. Sí hubo que desalojar a los dos inquilinos de una vivienda unifamiliar ubicada en las proximidades de Roldán, justo en la zona hacia la que se extendió la nube. También se alertó a las empresas ubicadas en el polígono de La Llanada, entre ellas LM Wind Power, para que mantuvieran puertas y ventanas cerradas ante el avance del escape. Todo estaba preparado para desalojar a más personas o tomar medidas más restrictivas si el viento hubiera cambiado.