Diario de León

«La orquesta es una alta expresión de vida en sociedad»

Juventudes Musicales cumple 25 años. Y uno de los artífices de este fructífero tiempo es Juan Luis García. Aquel chico de Cistierna que despuntaba a la guitarra clásica es ahora uno de los referentes verdaderos de la cultura leonesa

León

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¿Qué hace un guitarrista clásico como Juan Luis García metido en todo tipo de saraos colectivos? La respuesta se fue respondiendo sola a lo largo de tres largas décadas cuando corroboró que el simple hecho de tocar juntos (o sea más de uno, que ya era mucho frente a la soledad del guitarrista solista) suponía un aprendizaje más allá de técnicas musicales. Algo bueno para la cultura, para la sociedad, para la vida. Por eso, de inmediato dice: «Una orquesta es una de las más altas expresiones de vivir en sociedad. O un coro», en referencia a toda agrupación musical que exige ese esfuerzo de entenderse. Es más, da la sensación de querer elevar la idea a situaciones de índole actual en donde seguro que haría falta ese entendimiento para vivir en sociedad como hecho colectivo. Pero la actualidad suya es la que manda aquí porque cumple 25 años en Juventudes Musicales. Todo un invento que ha crecido como referente cultural en León convirtiéndose en indispensable.

Como primera atención a esa voluntad de Juan Luis García de que lo que resalte sea lo colectivo, ahí va: «Los datos de las agrupaciones son: Banda de Música JJMM-ULE que dirige Luis Martínez García de Longoria. Coros infantiles, Coro Juvenil Ángel Barja JJMM-ULE y Coro Ángel Barja JJMM-ULE que dirigen Elena Fernández Delgado y Aitor Olivares García. Orquesta JJMM-ULE que dirige Juan Luis García Díez», enumera para que no quede nada ni nadie sin mencionar.

Para que Juan Luis García haya llegado a ser lo que es hoy hay el duro esfuerzo de aprender a tocar un instrumento hasta alcanzar la elite. «Tocar un instrumento es muy difícil. Juventudes Musicales surge más como forma de ofrecer un espacio de libertad que en pensar en ese aprendizaje. De hecho, a los que forman parte de nuestras agrupaciones se les exige que sepan tocar su instrumento, tengan la formación para aprender lo que vamos a tocar y que acudan a los ensayos y conciertos. Cuando logras crear ese espacio para expresarse es lo mejor para todos. Para formar parte de una orquesta no hace falta ser amigos, pero sí es necesario que haya ese compromiso», explica.

Parece así que JJ MM es más que una orquesta. Podría decirse que una actitud. Y añadirse que nada excluyente, puesto que participan en innumerables proyectos propios y ajenos.

En 1998 surge y en 1999 se firma un convenio con la Universidad de León, gracias en parte al buen olfato cultural de Juan García Campal, que en palabras llanas no les dejó escapar después de cederles un espacio para ensayar puesto que no lo tenían.

 

Juan Luis García ha combinado toda esta actividad con la de profesor del Conservatorio de León, en donde surgió su faceta de director de orquesta. «Llegaba de Barcelona y este apartado en León no estaba casi ni en marcha y me lo ofrecieron», explica.

En JJ MM da rienda suelta a su inquietud y a una forma milagrosa de administrar el tiempo, puesto que es también uno de los fotógrafos de directo más solventes de León. «Nos metemos en cualquier lío siempre que haya música, que sea para jóvenes, rock, bandas sonoras, clásica...», comenta. Como ese clásico futbolero (al menos no le gusta algo) podría decirse que JJ MM es más que una orquesta: «Es que tocar con otros es muy reconfortante. Siempre me interesó. Porque además incluye la parte de formar personas. Tocar juntos, ensayar, al final es tan importante como hacerlo en el Auditorio Nacional», asegura.

Ese sentido colectivo que reivindica aun a riesgo de que a veces las masas sean de lo menos fiable, parece guiar a este leonés de Cistierna, que tocaba allí en su pueblo y anhelaba la llegada de Alemania de su tío Electo Díez y que le ponía al día con la guitarra. De hecho, en un viaje a aquel país, ahí apuntado a unas actividades musicales, con unos 14 años recibió la llamada: «Yo quiero hacer esto», se dijo. Y hasta se compró allí su primera guitarra.

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