La Real Sociedad se deja dos puntos ante el colista
Los donostiarras no pasan del empate frente al Sturm Graz pese a sus numerosas ocasiones de gol
El delantero de la Real Sociedad Alexander Sörloth hizo el empate. JUAN HERRERO
La Real Sociedad se dejó ayer dos puntos (1-1) ante el colista de su grupo, un Sturm Graz que hizo los deberes en el primer tiempo para aguantar un chaparrón de ocasiones locales con el único fruto del gol de Alexander Sorloth.
El equipo austríaco pasó apuros de inicio ante una Real entonada que buscaba la portería de Siebenhandl por muchas vías, sin poder tampoco descuidarse porque el Sturm tenía la calidad suficiente para asustar a los guipuzcoanos, como hizo Jantscher en un disparo que oportunamente desvió en el último momento Muñoz a saque de esquina.
Maduraba el partido el cuadro donostiarra, sin prisa para marcar el gol que abriera la lata del Sturm pero sin el acierto de Isak, suplente, y Oyarzabal lesionado, le faltaba esa malicia en los metros finales, a pesar del esfuerzo de Sorloth y Portu porque no se notara esas notables ausencias.
Portu fue el principal dolor de cabeza para los centroeuropeos en la primera mitad, peleó todos los balones y tuvo el gol a la media hora de partido y en el tiempo de descuento en las ocasiones más claras para el conjunto txuri urdin, sin embargo el murciano está reñido esta temporada con la meta rival y sus empeños no fructificaron.
No se podía dormir un solo segundo el cuadro de Imanol Alguacil porque lo poco que llegaba Sturm comprometía el partido y la clasificación y así Remiro tuvo que evitar un susto notable en un disparo de Ljubic que iba al fondo de la portería. El equipo austríaco se cansó de amagar y no dar, al borde del descanso Sarkaria hizo un roto por su banda y asistió a Jakob Jantscher, que totalmente solo remató a placer para marcar el primer gol.
Una tromba de agua y granizo durante el descanso y al inicio del segundo tiempo aceleró el nuevo césped del estadio y las ideas de una Real mucha más dinámica, que enseguida empató por medio de un Sorloth oportunista, siempre a pie de obra, que resolvió desde el área pequeña una confusa jugada de ataque blanquiazul.
Ahí se disolvió la resistencia austríaca y empezó un monólogo txuri urdin durante todo el segundo tiempo, sin tregua, con corazón y también sin acierto para hacer el 2-1.