Lo dijo Félix

Publicado por

León

Creado: 13.04.2020 | 10:39

Actualizado: 13.04.2020 | 23:03

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Podría contar que aparece un jabalí (qué uno: dos jabalíes) hozando en el parque de San Francisco. O un pavo real del parque de Quevedo pide cita en El Albéitar... Pero no. Como decía un andaluz: no te digo la verdad porque te mentiría. Fue una paloma. Solo fue una paloma. Se metió en el salón, montó un poco de pollo para ser paloma, y salió. Por un momento me pregunté: ¿quién a cierta edad no lleva dentro un Félix Rodríguez de la Fuente? Pero yo, tampoco. Así que ahora tratamos el tema a distancia social, como podemos, como animal y como hombre, distancia necesaria también de árbol a ventana, que es por donde ronda ya hace días. Entró, revoloteó, si pensó en quedarse a comer no hubo opción. Y ahora me limita un tanto el plan de ventanas abiertas el mayor tiempo posible. Porque no tengo ni instinto amaestrador ni cazador. Es decir, la intento convencer con la mirada, en plan: Paloma, si estamos de confinamiento, estamos de confinamiento. Aplicable a todos. Toca casa. Pesqué seis truchas en toda mi vida en mi carrera de pescador. Con eso queda claro que una paloma conmigo tiene todas las de volar. Pero, bueno, el palmarés es el palmarés y Gento pescó seis copas de Europa... O sea, que estamos ahí.

Todo retrasó mi plan dominical de la semana: El pan y el periódico. Comprar un periódico es un placer. Pasa un hombre por debajo de casa y lleva una compra de prensa de las de antaño, de domingo, papel y suplementos. Nunca entenderé por qué se pierden costumbres culturales. Pero menos a los que lo jalean porque son muy modernos. O a los que se les ve con ganas de debatir de esto o aquello pero han renunciado a las formas de documentarse. El video no mató a la estrella de la radio. Está clarísimo. Ni al libro de papel, ni a los vinilos. Un día me contaba el leonés Carlos Chaguaceda que si los periódicos no existieran, seguro que si llegaba un experto de esos de los valles tecnológicos de otros países y presentaba como invento un artefacto que por menos de dos euros todos los días contara las noticias aliñadas con análisis en unas 50 páginas, y además contara lo que pasa en la calle de la realidad cercana, sus escuchantes añadirían un «¡ohhhh!» de asombro. Vaya invento. Un periódico. Como una guinda de lo cotidiano es ahora un plato fundamental. Por lo menos para mi. Estos días aún más. Que esté ahí siempre.

Es lo que quería contar. Que fui. Cuando uno va a por el periódico hace mejor tiempo. Iba a haber tormenta y salió el Sol. Prueben, los que hace mucho que no lo hacen, sobre todo si lo hacían, y el tiempo mejorará. Volver al periódico. Además es un acto que se puede realizar desde el civismo más exquisito y cumplidor de estos días. Distancia máxima para todo, no tocarse la cara y lavarse las manos. Todo esto, en cantidades industriales. El que no cumpla, que no lea.

Estos días que vienen, lavarse las manos será la mejor fórmula para que se mantenga ese binomio del hombre y la Tierra y contribuyamos a que no sea el hombre o la Tierra, porque puestos a elegir no vamos a tener oportunidad de hacerlo. La Tierra siempre gana por goleada. Lo dijo Félix.