El Gobierno descarta el impuesto a las grandes eléctricas de Podemos

Cumbre energética en Moncloa para debatir la solución a la crisis agravada en las últimas semanas por el estallido de la guerra en Ucrania. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reunieron ayer con los principales directivos de las grandes eléctricas que operan en España para analizar el plan con el que se pretende limitar la espiral alcista de los precios de la energía. Y el mensaje fue claro. No habrá un nuevo impuesto al beneficio de las grandes eléctricas como reclama Unidas Podemos desde hace tiempo.

Así lo transmitió Ribera tras el encuentro al que asistieron, entre otros, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez-Galán, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz y el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales.

«No hemos hablado de impuestos a las grandes eléctricas, que ya están regulados en Sociedades, sino del modo en el que estas compañías pueden contribuir a una energía más barata y al confort de los consumidores», expresó la vicepresidenta tercera en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros. En concreto, el Gobierno solicitó «un esfuerzo adicional» al sector para abaratar el precio de la luz y acelerar la transformación del sistema energético. Es decir, vuelven a apelar al voluntarismo de las eléctricas, aunque sin concretar la fórmula para alcanzar el objetivo.

Fuentes conocedoras del contenido de la reunión —a la que por la tarde siguió un encuentro con las petroleras— señalan que también hubo un fuerte rechazo a un posible límite de los denominados beneficios caídos del cielo, aquellos que obtiene el sector al vender su producción (generada en ocasiones con fuentes más baratas como la hidroeléctrica o la nuclear) al precio final (condicionado por el gas, que es más caro).

«Las eléctricas han demostrado que no tienen beneficios caídos del cielo, cosa que no han podido hacer las petroleras y gasistas que sí tienen beneficios extraordinarios», explican las fuentes consultadas.

Ribera calificó de «constructiva» la reunión, en la que el Ejecutivo también insistió en la necesidad de desacoplar el gas del precio final de la energía pese a que será complicado convencer a algunos socios europeos de esta medida durante el consejo europeo de finales de semana, en el que se espera una respuesta para atajar la escalada de precios energéticos.

A partir de ahí, el Ejecutivo definirá los pasos que guiarán su propio Plan Nacional de respuesta frente al impacto de la guerra, cuyos detalles no se conocerán hasta el 29 de marzo.

Según indicó el martes Ribera, una de las medidas que se sigue analizando es definir el precio máximo al que pueden ofertar gas a las centrales de ciclo combinado para producir electricidad. Respecto a los hogares, recordó que aún hay margen de actuar por la vía fiscal, tras la prórroga de las rebajas aprobadas en el IVA eléctrico (del 21% al 10%) o el Impuesto Especial a la Energía, así como para ampliar el número de familias que pueden acogerse al bono social.

El Ejecutivo también solicitó a los primeros espadas de las eléctricas su compromiso para el despliegue de las renovables con el objetivo de avanzar en la autosuficiencia energética, fomentando redes y almacenamiento.

En este punto, el Gobierno aprobó el martes el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica, que contará con una inversión de casi 7.000 millones de euros hasta 2026. Será la hoja de ruta de las inversiones de Red Eléctrica de España (REE) para los próximos años. Según apuntan desde el Ministerio de Transición Ecológica, el objetivo es mejorar 8.000 kilómetros de redes eléctricas, instalar 2.700 kilómetros de nuevas líneas y 700 kilómetros de conexiones submarinas a lo largo de todo el territorio.

Ribera señaló ayer que, gracias a esta planificación el peso de las energías renovables en España pasará del 46% actual hasta cerca del 67% en 2026, «reduciendo la generación con centrales de gas (ciclo combinado), que están sometidas a la volatilidad de las cotizaciones internacionales».