Asesinada el día que debía ratificar ante el juez una denuncia por violencia machista

Un minuto de silencio en la plaza Santa Jaume de Barcelona y otro ante el Parlamento de Cataluña despidieron este martes a la última víctima de violencia machista, la octava en España en lo que llevamos de año.

Se trata de una mujer, de 25 años y madre de un menor que queda huérfano, asesinada por su expareja, con la que compartió piso en la capital catalana. La asfixió hasta la muerte y acto seguido se entregó a la Guardia Urbana de Barcelona el lunes pasado, a media tarde. En la comisaría relató que su pareja estaba muerta en casa. Cuando la Policía llegó al piso, confirmó el extremo.

La víctima presentaba claros signos de violencia. La había estrangulado con sus manos en la cama.

Se da la circunstancia de que el lunes mismo, el día que todo apunta que fue asesinada, la víctima estaba citada ante el juez por una denuncia que había presentado ante los Mossos d’Esquadra por presuntas amenazas contra quien al final acabó consumando esas advertencias en un crimen machista.

El presunto asesino, antes de pasar a disposición judicial, fue conducido ayer al domicilio para que hiciera la reconstrucción del crimen. Salió del coche patrulla, con la cabeza alta y ni siquiera la bajó cuando algún vecino le reconoció al grito de «asesino».

El joven autor del homicidio es de nacionalidad ecuatoriana y los vecinos del inmueble, en el barrio de Sant Martí de la capital catalana, justo en frente de un centro comercial, le relacionan con el menudeo de droga.