Diario de León

Un mes viviendo en La Palma bajo la furia del volcán

No hay datos que avalen que el Cumbre Vieja esté dando sus últimas bocanadas

Emisiones del volcán Cumbre Vieja, ayer. MIGUEL CALERO

Emisiones del volcán Cumbre Vieja, ayer. MIGUEL CALERO

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Un mes después de que estallara por primera vez el volcán, la isla está sumida en la incertidumbre. El cráter no ofrece visos de que se va a apagar a corto plazo, lo que impide acometer labores de reconstrucción. En su desplazamiento devastador, la lava ya ha ocupado una superficie de 779,89 hectáreas, de ellas 234,26 hectáreas de cultivo, especialmente plataneras, y ha dejado sin hogar a unas 1.300 personas.

Una colada, que hace días se desgajó de otra en el polígono industrial del Callejón de la Gata, avanza hacia el barrio de La Laguna, en los Llanos de de Aridane. Por esta razón, la lengua de lava está en observación, según dijo el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Angel Morcuende.

El experto dijo que no hay completa seguridad de que esta colada, fruto de la erupción volcánica que comenzó el pasado 19 de septiembre, llegue a La Laguna, debido a que a su paso se encuentran dos vaguadas que pueden canalizar la lava hacia el oeste.

Si llegara a tomar esta dirección, la colada se sumaría al frente que circula hacia el mar, del que apenas dista un centenar de metros y que avanza a una velocidad de entre 5 y 10 metros por hora. Esta lengua, que se encontraba prácticamente estancada, ha vuelto adquirir fuerza después de recibir aportes importantes de lava. El peor escenario consistiría en que ese dedo que se independizó de la colada continuara acercándose hacia el barrio de La Laguna, barrio que ya ha sido evacuado.

Si la colada que se dirige al mar comenzara a formar un nuevo delta al caer en el agua, se ordenaría el inmediato confinamiento de todo el municipio de Tazacorte, dado que, al entrar en contacto con el mar, la lava produce explosiones y despide ácido clorhídrico y otras emanaciones tóxicas.

La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, insistió en que no hay datos que permitan suponer que el proceso eruptivo está dando sus últimas bocanadas.

«Estamos lejos», destacó Blanco. La tasa de emisión de dióxido de azufre era el lunes de 9.938 toneladas, una cifra que, aunque inferior a la de otros días, sigue siendo muy alta.

En cuanto a la calidad del aire, la baja altura de la inversión térmica sigue provocando problemas al impedir la dispersión de gases y la circulación de partículas en suspensión. Esa es la razón de que en el El Paso hubiera ayer una calidad del aire deficiente.

tracking