Sánchez anuncia una subida de impuestos cuando España enfile la recuperación
El Gobierno ha interiorizado que habrá una subida de determinados impuestos a partir del próximo año, cuando la economía se encuentre en la fase de recuperación prevista por el propio Ejecutivo. El presidente, Pedro Sánchez, ha asumido el discurso de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sobre la reforma fiscal y la necesidad de «modificar algunos impuestos», como este martes expresaba Sánchez en la presentación del Plan de Recuperación.
No será este año (salvo las alzas del IRPF o las nuevas figuras del impuesto de Transacciones Financieras y la ‘tasa Google’ ya aprobadas), pero sí en 2022. Y lo harán «para contar con los recursos públicos suficientes» como para afrontar el gasto público y la deuda asumida en esta etapa tras el primer año de pandemia.
Sánchez justifica esta posición alegando que es lo mismo que ocurre en el resto de países de la Unión Europea: «Nos lo dice Europa», insistía este martes el presidente en la comparecencia pública desde el Palacio de la Moncloa tras el Consejo de Ministros. Además, lo asume porque el Ejecutivo «debe continuar con la hoja de ruta» del pacto de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
El primer impuesto sobre el que se fijan las miradas del Gobierno es el de Sociedades, el que grava los beneficios de las empresas. Así lo expresaba el lunes la titular de Hacienda, al considerar que la reforma de este impuesto debe ser «prioritaria» en el análisis que haga el comité de 17 expertos a los que el Ministerio les ha encomendado la reforma fiscal, para antes de que termine el mes de febrero de 2022. Ese pacto de gobernabilidad apostaba por cambiar Sociedades para que las grandes corporaciones paguen por un tipo real más ajustado al teórico, al mismo tiempo que se reduciría el gravamen que pagan las pymes.
En esa línea estarían alineándose incluso grandes potencias como Estados Unidos, cuya secretaria del Tesoro, Janet Yellen, defiende un impuesto mínimo mundial sobre las multinacionales. Sánchez aprovechó esta coyuntura para recordar que «no queremos ser una isla» en términos fiscales.
Hacienda tiene entre sus objetivos prioritarios reformar los impuestos de Patrimonio y Sucesiones y Donaciones para lograr un «aumento de la progresividad del sistema fiscal». Para Sánchez, estas alzas forman parte de «un debate necesario». Pero en este punto choca con la realidad tributaria autonómica al ser figuras cedidas a las comunidades, con diferencias de tratamiento, desde la bonificación total de Madrid hasta los elevados tipos de otras. El presidente defiende la armonización. Y para ello volvió a recurrir a lo que ocurre al otro lado del Atlántico: «El peligroso rojo comunista Biden dice que hay que acabar con el ‘dumping’».
Madrid, epicentro fiscal
Pedro Sánchez reconoce que «cada territorio» tiene «una perspectiavs diferente» del tratamiento del que debe gozar un mismo impuesto, incluso entre gobernantes del mismo signo político. «Así ocurre en Madrid, Castilla y León y Galicia», indicó. «Nuestra tarea como Gobierno es la de amoldar todas esas sensibilidades y demandas», apuntó.
Encaje de bolillos es lo que tienen que hacer los partidos con sus representantes en cada región. Más aún en el caso de Madrid, con las elecciones autonómicas en tres semanas. El candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, ha tenido que insistir en que no subirá los impuestos. Sánchez le comprende «en su autonomía» como candidato. Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoó, insistió en su negativa a subir impuestos aunque emplazó al Ejecutivo a «hablar con las comunidades» si quiere acometer la uniformidad.