La apuesta medioambiental de Sariegos se traduce en 600.000 euros en dos años
A las zonas verdes y rutas circulares en los cuatro pueblos se suman ahora nuevas sendas
Una de las rutas para unir los pueblos pondrá en valor el molino de Carbajal de la Legua. DL
El Ayuntamiento de Sariegos demuestra que su apuesta por el medio ambiente no es un brindis al sol. En los dos últimos años ha impulsado el contacto de sus vecinos con la naturaleza con proyectos que suman 600.000 euros y que han permitido habilitar zonas verdes de 2.000 metros cuadrados en cada uno de sus cuatro pueblos y ampliar así sus pequeños parques de apenas un centenar de metros cuadrados. También diseñó rutas circulares en torno a cada núcleo de población para que los ciudadanos pudieran oxigenarse en tiempos de pandemia. Los caminos fueron seleccionados en colaboración con el Club de Montaña Pandetrave, están adaptados a personas con distinto grado de capacidad y su señalización está ya avanzada. Los paneles de Las Fuentes, el Mirador o Los Llanos ofrecen dos trazados opcionales. Para los caminantes que quieren una dificultad baja se ofrece un paseo de unos seis a ocho kilómetros de distancia, y para quienes prefieren una dificultad media o avanzada se plantean circuitos de una extensión de hasta 20 kilómetros.
Ahora, el Ayuntamiento impulsa nuevas sendas de unión entre Sariegos y Azadinos, Pobladura del Bernesga y Lorenzana (Cuadros) y Carbajal y Sariegos. La idea es abrir cuatro kilómetros de caminos tanto para viandantes como para bicicletas para unir las localidades del municipio. En principio se adecentarán con zahorra compactada y bordillos, además de colocar la preinstalación de electricidad para en una segunda fase habilitar luces y aglomerar el firme, según explica el alcalde, Roberto Aller, quien confirma que se han reservado 70.000 euros en los presupuestos de este año para los nuevos caminos. Entre ellos se potenciará un paseo para poner en valor el molino de Carbajal de la Legua o de Marceliano, situado en la vieja carretera que une Carbajal y Pobladura. Es una de esas pequeñas joyas que deja la presa del Bernesga. No hay nadie que no repose en su barandilla cuando se topa con su imponente fachada por primera vez. El rumor del agua y la pradera a sus espaldas invitan a conocerlo.