Diario de León

Entrevista | Jefe de Caja Rural en León

«El consumo y la inversión tardarán en recuperarse, hay que apoyar al negocio local»

Diario de León habla con Alejandro Hidalgo Borbujo

Alejandro Hidalgo, en la sede de Caja Rural en la calle Ordoño II de la capital leonesa. RAMIRO

Alejandro Hidalgo, en la sede de Caja Rural en la calle Ordoño II de la capital leonesa. RAMIRO

León

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Las previsiones de recuperación del consumo y la actividad anteriores a la crisis del Covid-19 siguen retrasándose, y las cuentas de los pequeños negocios locales deteriorándose. Apoyarles, tanto a través de líneas de crédito especiales y moratorias como con propuestas que incentiven el consumo, es uno de los objetivos que se ha marcado Caja Rural, que sigue ampliando su negocio en la provincia. Actualmente sus 19 oficinas en León (7 de ellas en la capital) gestionan un negocio de alrededor de 700 millones de euros, 350 de ellos de inversión.

Su última propuesta, que abona a los consumidores un 10% de las compras que realicen con sus tarjetas en el pequeño comercio y hostelería local que tengan su terminal de punto de venta (TPV), ha incrementado un 63% la facturación de la entidad financiera a través de este canal.

Alejandro Hidalgo, jefe de zona de Caja Rural en León, reconoce las dificultades por las que atraviesan los negocios pero hace un llamamiento al optimismo: «No va a ser fácil, pero León tiene grandes empresas y empresarios. Saldremos adelante».

—¿Cuál es el objetivo de la campaña de descuentos en los negocios locales?

—Fundamentalmente fomentar el comercio de proximidad, que es el que se ha visto más afectado por el parón del consumo en la crisis del coronavirus. Se trata de apoyarles, también a la hostelería, para paliar la caída de su negocio. La pandemia ha traído dos situaciones: la preocupación por la caída de las ventas, que nos trasladan continuamente los empresarios, y el incremento en la utilización de los medios de pago electrónico, para evitar el uso del efectivo. Esta es una fórmula que no tiene vuelta atrás, pero con iniciativas como el descuento del 10% se utiliza en mayor medida.

—¿Cuál es el balance de estos dos primeros meses de campaña?

—Estamos francamente satisfechos con la acogida, tanto por parte de los negocios como de los consumidores. Tenemos unas 2.000 empresas adheridas a esta propuesta, y hay 150.000 clientes que la han utilizado, lo que supone un grupo muy importante de la población que está colaborando en beneficio de los negocios. Los propios comercios han difundido la medida, y muchos de ellos que no tenían nuestros TPV los han solicitado. El aumento del consumo con estas tarjetas en julio se ha situado en el 63%. Todavía no podemos calcular cuánto se ha gastado y cuál es la aportación de la caja, tenemos una estimación pero la campaña se prolonga hasta finales de septiembre al menos, así que entonces haremos balance.

Paquete de medidas

«Desde el inicio de la pandemia hemos impulsado la financiación y flexibilizado los créditos»

—¿Qué es lo que más se valora de esta campaña?

—Desde luego, la aportación económica que se hace a los consumidores para incentivar el gasto. Y de forma muy significativa la sencillez. Si haces con nuestras tarjetas una compra de cien euros en un establecimiento a él se le ingresan cien euros, pero al cliente se le cargan 90. No hay complicaciones.

—¿Cuáles son las principales preocupaciones que les están trasladando los pequeños negocios?

—El comercio de proximidad es la mayor parte de nuestros clientes, y desde que comenzó la pandemia están sufriendo mucho. Primero cuando se cerraron los negocios, y después con un consumo retraído y el fuerte crecimiento de las compras por internet. Los ciudadanos ahora no tienen en mente el consumo, y en la hostelería el principal aliciente es disfrutar, algo difícil con las medidas vigentes. Por lo que percibimos el consumo se ha recuperado algo en agosto, dentro del clima generalizado de gasto contenido que impera en este momento.

Soluciones

«Los empresarios y las familias quieren respuestas sencillas a sus problemas, no propuestas farragosas»

—¿Qué demandan las pymes y los autónomos en este momento de las entidades financieras?

—Necesitan ayuda y que se les aporten soluciones. Pero sobre todo que no se les pongan más trabas. Ahora en todos los lugares hay que pedir cita previa para que te atiendan, hay oficinas bancarias, cuestiones que te piden que resuelvas por teléfono,... Cualquier facilidad que se les dé la valoran.

—El ahorro del 10% no es la única medida que han tomado como entidad en estos meses. ¿Cuáles son las más destacadas?

—La primera eliminar el cobro de comisiones de los datáfonos en los negocios que no tienen actividad, una medida que se ha prolongado hasta el mes de diciembre. Adicionalmente hicimos una línea de financiación de 150 millones de euros con fondos propios, antes de que salieran los préstamos del ICO; y en esta línea de ayudas Covid hemos dado toda la ayuda posible a las empresas en sus dos tramos, y una garantía de disposición en 72 horas de los préstamos ICO-Covid en su tercer tramo. También hemos dado moratorias a los préstamos, tanto hipotecarios como los normales. Una batería de medidas de todo tipo que intentan paliar las dificultades que hay por el descenso de actividad. Es cierto que en general toda la banca ha intentado ser sensible a la situación por la que están atravesando las familias y las empresas, para facilitar los problemas de la caída de ingresos.

Modelo reforzado

«El apoyo a los clientes durante estos meses ha reforzado nuestro modelo de negocio de cercanía»

—El modelo de banca de Caja Rural, tradicional, cercano a las personas y que aumenta su implantación en el territorio, frente a los cierres generalizados de sucursales, ¿se refuerza en este momento, con las necesidades que ha evidenciado la pandemia?

—Desde luego, en los últimos meses los clientes nos han trasladado su apoyo a este modelo de caja, que está viéndose reforzado. Es un modelo más costoso, porque requiere más infraestructura, pero no lo entendemos de otra manera. Hacemos el negocio cuando estamos cerca de la gente, y eso ahora se aprecia más que nunca.

—Desde esa cercanía, ¿los negocios perciben la recuperación de la que se habla desde el Gobierno, podrán devolver los préstamos que están acumulando?

—Los políticos hablan un idioma que no es el de los negocios. La actividad no se va a recuperar a corto plazo, ni las ventas ni la confianza del consumidor; así que pueden tener problemas para responder a partir de marzo a los préstamos si están en el grupo de empresas que no recuperan su nivel de facturación. Buena prueba de ello es que la inversión, al margen de las grandes empresas que ya la tienen planificada, prácticamente se ha paralizado. En todo caso hay que tener confianza. Esta crisis no estaba en los planes de nadie, pero en León sigue habiendo muchas oportunidades, grandes empresarios y muchos trabajadores. Sin duda, saldremos adelante.

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