Las escasas ofertas de empleo retienen los alquileres de León entre los más baratos del país

Los problemas para encontrar vivienda de alquiler y las medidas tomadas desde el Gobierno para frenar el traslado de la escalada de la inflación a mercados de rentas que ya están muy tensionados tienen una incidencia muy relativa en León, donde el sector vive años muy estables, con precios que se consideran «moderados». Sin embargo el parque de viviendas para alquilar merma. La inseguridad jurídica es una causa, pero la evolución de la población y las perspectivas de empleo son lo que marcan en mayor medida una oferta que no apuesta por la competencia: envejecida, apenas un pequeño porcentaje de pisos de mayor calidad eleva el listón de precios.

La estabilidad del mercado del alquiler en León está condicionado en buena medida por una pérdida de población constante y las escasas posibilidades de crecimiento económico importante. A ello se une también que apenas hay emancipación de los jóvenes que siguen viviendo en la provincia. «Incertidumbre legislativa y un entorno estable hacen que el mercado del alquiler no sea nada dinámico en la ciudad, no tiene el revulsivo que implica la llegada de mano de obra que demande vivienda temporal», explica Miguel Ángel Sánchez, gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana de León.

El parque de viviendas en alquiler en la capital leonesa y los municipios de su alrededor se está reduciendo. Se encuentra además muy envejecido, y necesita en la mayor parte de los casos una profunda reforma para su actualización y cumplir las exigencias de los inquilinos, aunque eso implica un incremento de precios que no siempre están dispuestos a asumir. «Existen buenas posibilidades en vivienda usada, no tanta oferta de pisos y casas nuevas».

Según los datos de la Cámara de la Propiedad Urbana de León, la renta media ponderada de los alquileres en León capital fue el año pasado de 408,45 euros, lo que supone 1,6 euros de media más que el año anterior, y apenas dos euros de incremento en los últimos dos ejercicios. Desde 2017 el alquiler medio que se paga en la ciudad subió de 380 a 408 euros, 28 euros en cinco ejercicios.

Si se suman los datos de los precios de alquileres en los municipios del alfoz la renta media que se paga baja hasta los 400,45 euros mensuales, apenas 3 más que un año antes. Y se ha encarecido en 27 euros en cinco años.

La evolución de los precios del alquiler en León es «muy suave» en los últimos años, según se deduce de los depósitos de las fianzas en la Cámara de la Propiedad. Al margen de las imitaciones legislativas de los últimos meses para frenar el incremento generalizado de las rentas en una parte del país, las subidas que se registran en León y su alfoz son pequeñas.

«Las rentas son además relativamente moderadas, no resultan especialmente caras sobre los ingresos». señala Sánchez. De hecho ante un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.225 euros al mes (con las dos extras prorrateadas) el gasto en alquiler supone una tercera parte de los ingresos, que «es lo que se recomienda», explica el gerente. «Son rentas ciertamente razonables como medias».

Un centenar de más de 700€

En la ciudad el año pasado la institución registró 1.969 contratos, y los alquileres más demandados son los de entre 400 y 500 euros. Hay 656 viviendas en este tramo de renta, un tercio del total. Le siguen las de entre 300 y 400 euros, que son 423, un 21,5% del total.

Por debajo de esa cantidad, los alquileres de menos de 300 euros se consideran equivalentes a vivienda social, pero sumaron 309 el año pasado (401 si se contabilizan también los del alfoz).

De entre 500 y 600 euros hay también un porcentaje destacado, casi un 17% de los nuevos contratos; y suben sobre todo (porcentualmente) los inquilinos que pagan entre 600 y 700 euros (156 en la capital, o más de 700 euros al mes (una media de 850 euros de renta), que son 98 en la capital y 107 en el conjunto de los municipios del alfoz.

En la gran mayoría de los casos ese no es el coste definitivo de la vivienda para quienes acuden al alquiler. «Lo habitual es añadir los gastos de calefacciones, electricidad,... En los tramos más altos de renta pueden incluirse los gastos de las comunidades, aunque esto no ocurre siempre».

En todo caso, el gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana de León insiste en que «la media de los alquileres en León y los municipios de su entorno es muy estable. Registra apenas ligeras subidas en los últimos tiempos, no tiene nada que ver con lo que ocurre en otras grandes ciudades, en las capitales con mayor demanda de pisos para arrendar».

Una estabilidad que no impide que el parque de viviendas para alquiler en León esté registrando un descenso. Actualmente en la zona de la capital y su alrededor calcula que el parque de viviendas para alquilar disponible ronda las 24.000. «Hay déficit sobre todo de pisos nuevos, que estén en buenas condiciones y cumplan los requisitos de comodidad y servicios que se exigen».

Pero, a pesar del creciente número de viviendas que se reciben en herencias, «los propietarios optan en su mayoría por la venta, y no por hacerse cargo de una reforma en un entorno que no consideran fiable desde el punto de vista legislativo».

Pequeños propietarios

El resultado es que muy pocos propietarios de viviendas piensan en destinarlas al alquiler. «La mayor parte de los que lo hacen son pequeños arrendadores, alrededor de 2,5 millones en todo el país y sobre todo en ciudades como León, donde la presencia de fondos de grandes propietarios es prácticamente inexistente.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) los hogares que viven de alquiler (a precio de mercado) pasaron del 9,5% en 2005 a algo más del 15% en 2021. Si se suman otras fórmulas como los alquileres subvencionados y las cesiones el porcentaje apenas supera el 24%. Una cuarta parte de ellos son hogares unipersonales.

Los edificios de mayor antigüedad son los que se destinan en mayor medida al alquiler, de forma que el 25% del parque total de viviendas disponible se construyó antes de la década de los 80. Los pisos para arrendar tienen también un menor tamaño, generalmente menos de 75 metros cuadrados (un tercio del total de los alquilados).

La opción del alquiler sigue estando, aún así, muy por debajo de la media europea.