El Gobierno desiste ahora de hacer la Ronda Este en León por la vía de urgencia

La cantidad asignada en los presupuestos generales del Estado al soterramiento de la intersección de la Granja con la Ronda Este aleja en el tiempo la declaración de urgencia que dispuso el Gobierno para este punto crítico del tráfico en León. Pero fue hace ocho meses , cuando el ejecutivo central, su ministerio de Transportes, dispuso un plan para acabar con el suplicio diario para treinta mil usuarios que se topan con el inconveniente de sortear una carrera de vallas para superar una rotonda, cuatro alfombras rayas de paso de cebra, cuatro semáforos y sus correspondientes pulsadores digitales, para que el peatón tome preferencia contra el tráfico rodado. Las retenciones son secuenciales, igual que el alivio, pero las trabas representan un inconveniente anacrónico en una vía que es de circunvalación de la ciudad. El anillo de la ronda de León está inacabado, y salpicado de agujeros negros, que en el caso de la Granja se agrandaron desde la apertura hace un años de un centro comercial en ese entorno.

No hay urgencia para superar ese encale en forma circular que atrapa todos los días a miles de conductores porque en la anterior reforma de la Ronda Este se decidió no soterrar por su elevado coste. «Proyecto faraónico» decidieron algunos políticos que les parecía demasiado caro para León colocar a distinto nivel las dos vías; la LE-20 y la que saca el tráfico de la ciudad por la zona este de la ciudad. El resultado es fuente de maldiciones continuas por quienes se ven atrapados en esta ratonera que el Estado se dispuso presto a corregir en febrero de este año. Una inversión de 17,5 millones de euros parece más que justificada para las molestias que va a enjugar. Las horas punta de tráfico originan caravanas insoportables para el tráfico recurrente en una ciudad atrapada a la vez por el declive económico y social.

El Gobierno presentó las soluciones y se dispuso a aplicarlas con celeridad. Expropiación forzosa de catorce parcelas con casi novecientos metros cuadrados afectados. Sacó a información pública el dictamen y lo ajustó a los palos de la ley, con 30 días por delante para que los afectados alegaran ante la nueva ordenación del entorno. Así se disponía en el proyecto de soterramiento presentado para acabar con la precariedad de este enlace que quedó colocado en el anterior plan de soterramiento que terminó por cerrar una rotonda en superficie, escoltada por accesos regulados por semáforos, que terminó por empeorar la situación.

Llegó el momento de clarificar la apuesta, y sobre la ronda Este de León no aparecen más referencias en los presupuestos del Estado de 2023 que los 500.000 euros repetidos y recurrentes que cada año se asignan a este enunciado de pasos inferiores de la Ronda de Este de León. medio millón de euros ya no es una cifra de entidad para hacer creer que durante el año próximo se vaya a mover una piedra en la zona.