Diario de León

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El Inta experimenta en León el lanzamiento de un cohete

B2Space busca en Cuadros el despegue desde un globo aerostático

Interior de los búnkeres en Cuadros, donde se experimenta en tierra antes de lanzar al espacio. RAMIRO

Interior de los búnkeres en Cuadros, donde se experimenta en tierra antes de lanzar al espacio. RAMIRO

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León

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La empresa B2Space ha probado con éxito su solución Rockoon en la sede que el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (Inta) tiene en la localidad leonesa de Cuadros, en el antiguo polvorín del Ejército de Tierra. Rockoon —término que surge de la contracción de las palabras inglesas ‘rocket’ (cohete) y balloon (globo)— está pensada para lanzar cohetes espaciales desde un globo estratosférico.

Al realizar el despegue del cohete desde una plataforma ya elevada, después de superar las capas más densas de la atmósfera, se logra un ahorro de un 80% de combustible. En la prueba realizada en las instalaciones que el Inta tiene en Cuadros, el vehículo espacial logró un impulso de 5,5 kilonwetons desde el tubo de lanzamiento.

La prueba crítica hecha en León, donde el Inta cuenta con 155 hectáreas en lo que denomina el Centro de Ensayos Ambientales Especiales, demostró «diferentes sistemas que volarán en Rockoon, como los de control de encendido y seguridad, el tubo de lanzamiento y el sistema de telecomando por satélite, donde el cohete funcionó como se esperaba».

En el búnker

Lanzar el vehículo espacial ya desde la estratosfera es más rápido y ahorra hasta un 80% de combustible

El Inta dispone en Cuadros de punteras instalaciones. En el edificio principal están las oficinas y el centro de control, pero lo más destacado del centro de ensayos son los laboratorios, que internamente se conoce como búnkeres por su estructura y porque son el resultado de la transformación de los antiguos polvorines del Ejército. En el interior de estos búnkeres se encuentran equipos para pruebas de choque térmico, vibración o altitud en el que se pueden simular o provocar determinadas condiciones estratosféricas o térmicas. Es allí donde se ha testado la solución de B2Space, ya que estos edificios disponen de paredes de gran grosor, tres zonas de alto nivel de seguridad y vigilancia en su interior. Además, todas las pruebas se pilotan a más de un kilómetro y medio de los búnkeres, en las salas de control.

Desde el Inta concretan que las pruebas se realizaron en uno de los búnkeres, «garantizando medidas de seguridad extra» para estar preparados ante cualquier desviación del sistema. Sin embargo, añaden, que el cohete alcanzó el objetivo fijado, al que «fue directo».

Iniciativa nacional

La tecnología validada podría incorporarse al proyecto nacional Pilum que usaría un F-18

Tras la prueba realizada esta misma semana en Cuadros, los siguientes pasos que dará la empresa B2Space será un lanzamiento abierto desde toda la plataforma, colgando de una grúa, de la misma manera que estará colgando del globo en la estratosfera, demostrando así el sistema completo de apuntamiento y estabilización. Después de eso, B2Space estaría listo para realizar el primer lanzamiento real, demostrando el sistema Rockoon a nivel global.

Desde el Inta concretan que el método de lanzamiento de cohetes que ya ensaya B2Space podría ser la elegido para el proyecto Pilum, que lidera el instituto aeroespacial nacional, que consiste en el desarrollo y el diseño de un cohete espacial aerotransportado para lanzar micro y nano satélites desde un F-18, aunque la tecnología testada para el globo que realiza B2Space podría adaptarse. El aerolanzador, tal y como explican en la propia web del Inta, será liberado de la aeronave a 10.000 metros de altura, para iniciar las maniobras de ascenso y puesta en una órbita terrestre baja, de hasta 300 kilómetros de altitud.

Inta concreta que el proyecto Pilum se compone de un aerolanzador alado de cinco metros de longitud y 1.500 kilogramos de peso al lanzamiento, de combustible sólido o híbrido, capaz de poner en órbita satélites de 10 a 20 kilogramos, que operarían solos o en pequeñas constelaciones y serían de utilidad científica y militar.

El Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial del Gobierno financia el proyecto y participa un consorcio industrial español, formado por Escribano M&E, Sener y Skylife, mientras se negocia con empresas europeas para completar el consorcio en la parte propulsiva, ante la falta de una alternativa nacional a la que ahora se postula B2Space tras testar su solución en León. Se encuentra en sus primeras etapas y ya se ha completado con éxito la fase 0/A (análisis de misión, diseño conceptual y estudio de viabilidad) del proyecto bajo contrato con la Agencia Espacial Europea (ESA).

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