León insiste en reclamar la facultad número 56 de Medicina del país, que costaría casi 10 M€

Mucho se ha hablado en los últimos días de la Facultad de Medicina , una vieja reivindicación que vuelve a escena veinte años después, pero a la que nadie ha puesto cifras. Siguiendo el modelo de Almería, el último grado en ponerse en funcionamiento en España y en una ciudad con población similar a León y su alfoz, el edificio costaría casi diez millones de euros (seis el inmueble y tres el equipamiento), y mantenerlo y modernizarlo cada año, otros 150.000 euros.

 

En el caso de la titulación andaluza, el Ayuntamiento cedió 17.000 metros cuadrados junto al Hospital Universitario para aprovechar parte de sus instalaciones en las prácticas y su idea es tender puentes para abrir nuevas líneas estratégicas que vinculen la salud con el medio ambiente y el sector agroalimentario, como podría hacerse en León.

El catedrático Martín remarca que una Facultad de Medicina «sube mucho la calidad del sistema, genera un aliciente a los profesionales en cuanto a investigación y poder impartir docencia y podría fidelizar médicos».

El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad leonesa (ULE), Vicente Sánchez Martín, «es optimista» y cree que León «tiene razones de peso para lograr Medicina, además del clamor popular», como son fidelizar a los facultativos para que se queden en la tierra donde estudian, ofrecer incentivos a los profesionales con el fomento de la investigación y traer «una joya de la corona» que sirviera de revulsivo académico y social para amortiguar la tasa poblacional de envejecimiento y la merma de ciudadanos.

Implicado en reclamar la facultad de Medicina número 56 del país, Martín, asegura que hay que preparar una buena memoria y que los tres primeros cursos, mientras se construye el edificio de la facultad, al ser preclínicos, podrían impartirse en las instalaciones de Ciencias de la Salud, donde ya se cursa Enfermería y Fisioterapia. También se podría aprovechar a sus profesores, las salas y laboratorios que ya funcionan en la Universidad y crear una buena rotación en el Hospital y Atención Primaria. «Tenemos suficiente masa crítica», indica.

Hace dos décadas, para muchos pensar en una Facultad de Medicina en León constituía casi una utopía, aunque un plan ilusionante. Para otros, algo inalcanzable, sobre todo por las limitaciones que tenía la provincia en materia sanitaria y por la juventud del campus. También había quienes tenían claro que era una titulación determinante y que había que poner toda la atención en ella. La ilusión se recuperó este año y ahora es necesario dar pasos decididos.

El Consejo autonómico de Universidades debe incluir el grado de Medicina en el mapa de títulos de la Universidad de León. También habría que elegir un terreno, aunque inicialmente no es preciso levantar un nuevo edificio por los suficientes y óptimos equipamientos del campus en su área de Ciencias de la Salud y el Hospital. La Universidad debe realizar una buena memoria para presentarla ante la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León (Acsucyl) y ante la Agencia Nacional de Evaluación de Calidad y Acreditación (Aneca), el hueso más duro, para que emita su veredicto. Ese es, junto a la inclusión del grado en el registro de títulos del Ministerio de Universidades de España, el último paso para que una primera promoción de futuros médicos pueda comenzar sus estudios en León y estrenar una carrera por la que cada año más jóvenes de la provincia optan. Una travesía que requiere dones técnicos y políticos.