Los taxistas se quejan de las paradas de las estaciones de tren y autobús

Han pasado ya dos años desde el inicio de las obras de la nueva estación de trenes, soterramiento incluido. El proceso se está haciendo demasiado largo, sobre todo para los taxistas. Escondidos tras las vallas en la estación de tren, o invisibles bajo la oscuridad en la de autobús, denuncian que León sea de las pocas ciudades en España en las que los taxis no se ubiquen «en la entrada principal» de las estaciones. «Los pasajeros se quejan por no esperarles en la puerta, donde sólo hay particulares para recogerles», expone un taxista habitual de esa parada.

«De entrada, un turista tiene que cruzar cuatro carriles para localizarnos. Después las personas mayores o quienes van en silla de ruedas no son capaces de llegar hasta aquí. Y los días de lluvia tienen que esperar empapándose porque no hay ni una cubierta para resguardarse», recrimina otro taxista que frecuenta la zona. De lo que más se quejan es de «la pérdida de servicios», ya que al no encontrarles «se van andando hacia el centro para encontrar un taxi». Cuando comenzaron las obras estuvieron en la entrada principal durante casi ocho meses, sin embargo los particulares ocupaban sus plazas generando atascos continuos y obstaculizando el tráfico. Por ello, el Ayuntamiento decidió alojarlos en la antigua estación de tren, donde apenas un cartel mal orientado indica su posición.

Ambas paradas —bus y tren— ofrecen malas condiciones para el recién llegado a la ciudad, aunque la de autobuses acumula más años de lastre. «La gente sale y pregunta dónde estamos porque desde que cerraron la cafetería de la estación es aún más complicado vernos», explica uno de los taxistas. Además, sólo una farola da un mínimo de iluminación, ya que apunta hacia la avenida Saénz de Miera y no a la calle San Cristóbal, donde se sitúa la parada. «Todo queda embarrado y la gente puede resbalarse», lamenta otro conductor. Han expuesto las quejas «desde hace cinco años» a la concejalía responsable, y aún nadie les ha comunicado alternativas que ayuden a mejorar la señalización de la parada para orientar al turista, la iluminación «para que no dé literalmente miedo» coger un taxi o ser trasladados a la entrada principal.

«Que pongan una rotonda para poder dar la vuelta» es otra de las demandas, ya que si fueran reubicados a la puerta, sólo podrían salir en una dirección, hacia el Palacio de los Deportes por Sáenz de Miera, cuando «el 80% de los viajeros van hacia el centro», reivindican.

Miguel Matilla, presidente de la Asociación Provincial Radio-Taxi León, considera un «atraso» la situación actual de las paradas. «Hay gente que se ha caído al intentar entrar a un taxi en la estación de bus, porque el suelo está levantado por las raíces. Es de vergüenza que esa sea la primera impresión que se lleva un turista al llegar a León», apostilla. Aún así, Matilla mantiene la esperanza ya que Alsa les anunció un plan de reforma integral de la estación. «No sé las soluciones que tomarán pero necesitamos que lo arreglen. Alsa ya nos lo dijo con el anterior equipo de Gobierno», confiesa.

UNA LUCHA AGOTADORA

Respecto a la de trenes, Matilla relata que a priori solicitaron estar en uno de los laterales. «Nos dijeron que sí, pero a última hora me comunicaron que iba a ser inviable». Dicha imposibilidad se produce por la obligatoriedad en todas las nuevas estaciones de las zonas kiss&ride para que particulares puedan dejar y recoger pasajeros. Esta se ubicará en el lateral de la nueva estación, reservando la salida principal a la parada de bus. «Nos reubicarán en la parte de atrás cuando deberíamos estar en un punto mucho más visible», acusa. Lo que más «agota» al presidente provincial es la «lucha constante con el Ayuntamiento», ya que «estas reclamaciones son por el bien del usuario», critica.