Diario de León

Mercedes Safety Car. Un ‘cuidador’… en las carreras

Los ‘cuidadores’ de la F1 en la temporada 2022.

Los ‘cuidadores’ de la F1 en la temporada 2022.

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León

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JAVIER FERNÁNDEZ

Servicio… exigente. La FIA (Federación Internacional del Automóvil) ‘exige’, para los Safety Car, unas especificaciones de control similares a las que montan los monoplazas de F1 (telemetría y transpondedor para el cronometraje GPS de alta resolución); también, y sobre todo, alta velocidad de paso por curva, enérgicas aceleraciones y tiempos de vuelta rápida.

Conclusión: que un Safety Car debe ser capaz de ‘guiar’ a los coches de carreras de la máxima especialidad del automovilismo deportivo de la forma más segura —y eficaz— en situaciones extremas; tampoco el piloto del Safety debe ir demasiado despacio, lo que produciría un rápido enfriamiento de los neumáticos y los frenos en los monoplazas provocante, sin olvidar —no es baladí— el sobrecalentamiento d los motores.

También se integra, en el coche de seguridad, el «sistema de señalización»: tres ‘leds’ de colores en el tablero de instrumentos, justo delante del copiloto, que muestran las señales de banderas en pista; incluso la «luz de aviso médico»: unos ‘leds’ que parpadean varias veces, alertando si un accidente supera un umbral crítico de fuerza ‘g’.

Por lo demás, como cabe suponer por homologaciones FIA, ambos coches llevan asientos deportivos ‘bucket’, que también pueden montarse opcionalmente en el coche de serie, cinturones-arnés de 6 puntos y una jaula antivuelco de titanio tubular atornillado (bastidor principal, refuerzo de cinturón, dos refuerzos traseros y una cruz diagonal trasera).

Como novedad este año, la señalización de seguridad se integra en el vehículo, obviando la habitual ‘barra luminosa’ de techo, que interferiría en la aerodinámica del AMG GT Black Series; en su lugar, los ingenieros de Affalterbach —departamento de carreras de la ‘Estrella Plateada’— han ideado una primicia: señalización luminosa en la parte superior del parabrisas (tres módulos naranja y uno verde, a la altura de los parasoles), mientras las luces orientadas hacia atrás se integran en el alerón zaguero; todas las funciones de señalización adoptan luces ‘led’, de rápida reacción y bajo consumo.

Fiel a la disposición ‘transaxle’, del AMG GT de serie, el V8 biturbo de 4.0 litros y 730 CV delantero-central del coche de seguridad, se une al cambio de doble embrague y a un chasis especialmente refinado, con una suspensión de aluminio de doble horquilla, elementos clave para su utilización en circuito. También los frenos cerámicos, de alto rendimiento, son idénticos a los que monta el modelo de serie; así que, sus prestaciones resultan tan sorprendentes como que sólo necesita 3,2 segundos para ‘sprintar’ de cero a cien, con la posibilidad de alcanzar una pinta de 325 por hora.

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