CHD permitirá riegos esporádicos en octubre y llama al consumo responsable
El año hidrológico arranca con 825 hectómetros cúbicos de reserva, un tercio de su capacidad
Las reservas hídricas de la cuenca del Duero están al 28,7% en el inicio del nuevo año hidrológico, el peor dato en 5 años, como recordó ayer la Confederación Hidrográfica del Duero que a pesar de las circunstancias climatológicas extremas, con largos períodos de temperaturas récord y sin precipitaciones, el trabajo conjunto entre el organismo y los usuarios del agua ha permitido garantizar el recurso y atender las demandas en la mayoría de los sistemas, cumpliendo con los valores mínimos de reservas a 30 de septiembre marcados por la Comisión de Desembalse.
Las escasas reservas en algunos embalses, sin embargo, han provocado una reducción de las dotaciones de riego, con valores inusualmente bajos en los sistemas Tuerto, Carrión y Pisuerga-Bajo Duero. Pese a todo, desde la confederación concretan que se valorará la autorización de riegos esporádicos durante el mes de octubre en aquellos sistemas donde las dotaciones estimadas de referencia no se han alcanzado y la situación hidrológica lo permita. Tras un verano de récords de temperaturas, la previsión es que el otoño sea más cálido de lo habitual, por lo que la Confederación Hidrográfica del Duero subraya de nuevo la importancia de realizar un consumo responsable y una gestión eficiente de un recurso valioso y escaso como es el agua.
Desde el mes de febrero y durante toda la campaña, la CHD mantuvo un contacto permanente con los usuarios del agua en los diferentes sistemas de explotación, a través de la convocatoria de sesiones de las Juntas de Explotación, así como de la Comisión de Desembalse, tanto ordinarias como extraordinarias, trabajando para extender una campaña de riego complicada por la sequía.
Sistema del órbigo
De manera general, la normalidad, en los sistemas Órbigo, gracias a la gestión conjunta llevada a cabo por el organismo y el Sindicato Central del Embalse de Barrios de Luna; el sistema Esla-Valderaduey, con unas reservas superiores a lo marcado por la Comisión de Desembalse, y los sistemas Arlanzón, Alto Duero, Riaza, Adaja y Tormes, donde se han atendido las demandas existentes sin complicaciones. Eso sí, desde la CHD añadieron que, en todos estos casos, las reservas actuales son los más bajos desde 2017.
Por el contrario, los sistemas Tuerto, Carrión y Tera han tenido serias dificultades para el desarrollo de la campaña, motivadas por la falta de reservas en sus respectivos embalses, no conocida en algunos de estos sistemas hasta el presente año hidrológico, y por la ineficiencia de algunos sistemas de regadío sin modernizar.
En cuanto al Sistema Pisuerga-Bajo Duero, la mayoría de las comunidades de regantes modernizadas han podido extender la campaña hasta finales de septiembre, aunque los embalses del sistema Pisuerga llegan al 30 de septiembre en una situación muy comprometida, con tan solo un 12 por ciento de reservas. Este valor supone el cuarto peor dato de los últimos 25 años.
El importante déficit de aportaciones registrado durante la mayor parte del año hidrológico ha situado las reservas actuales en los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero en los 825,1 hectómetros cúbicos, lo que representa el 28,7 por ciento de su capacidad total.
Los valores registrados a esta fecha suponen cerca de diez puntos menos que la media de los últimos diez años (38,2%) y doce por debajo de la reserva hidráulica de hace doce meses (41,1%). Una cifra que sitúa el cierre del año hidrológico 2021-2022 como el peor de los últimos cinco años. De hecho, en el embalse de Luna, es el peor de las últimos tres decenios.