Camino Valdés: «Después de mis hijas, lo más importante de mi vida es el voluntariado»
El voluntariado es el músculo fuerte de la Asociación Contra el Cáncer, que puede llevar a cabo todos los programas gracias a los 185 personas (50 en los órganos del gobierno, 16 voluntariados por la ciencia, 8 de soporte, 14 de prevención y promoción de la salud, 35 de obtención de recursos y 62 en la cartera de bienestar, confort, apoyo y acopañamiento) que dedican su tiempo a escuchar a los enfermos. Esa es la esencia del proyecto de la asociación: promocionar la salud, acompañar y fomentar buenos hábitos.
Camino Valdes es una voluntaria veterana y más activa de la asociación. Su primer contacto con los programas de la entidad, como la de la mayoría de las personas voluntarias, están motivados por un contacto estrecho con la enfermedad o como pacientes en un primer momento. A sus 55 años, viuda y tras superar un cáncer de mama, se quedó en la asociación para ofrecer su ayuda a otras personas. Ejerce el voluntariado en el cuidados paliativos en el Hospital San Isidro y en la sala de tratamientos del Hospital de León. «Empecé como todas las personas voluntarias, vendiendo lotería, en las cuestaciones y después me preparé para ayudar a los demás. Hice los cursos para el voluntariado de hospital, paliativos y cuidados en el domicilio. Voy todos los miércoles al Hospital y el jueves por la mañana . «Después de mis hijas, lo más importante que he hecho en mi vida es el voluntariado, me siento reconfortada al ver que lo que hago ayuda a más gente y que te lo valoran mucho». El diagnóstico cáncer destapa la caja de Pandora y surgen los miedos. «Ahora la supervivencia es mayor, pero la palabra cáncer siempre impone. Las personas voluntarias estamos para escuchar, intentamos que saquen todos los miedos que tienen dentro porque es más fácil hacerlo con una personas desconocida que con la familia. Acompañar, ayudar y escuchar. Lo peor de este momento es el covid, que ha hecho que se pierdan todos los afectos y no podemos ni coger de la mano de los pacientes».