Diario de León

SANTA EULALIA DE MÉRIDA EN TIERRA LEONESA

La patrona destronada de España que pervive en pueblos de León

La iconografía de esta niña mártir se extendió desde los extremos del viejo reino hasta León

Foto de archivo de una procesión de Santa Eulalia en Santa Olaja de Eslonza. JESÚS F. SALVADORES

Foto de archivo de una procesión de Santa Eulalia en Santa Olaja de Eslonza. JESÚS F. SALVADORES

León

Creado:

Actualizado:

Antes que Santiago fue Eulalia, patrona de las Españas. Eulalia, la bien hablada, una niña de doce años, se convirtió en una de las primeras mártires del cristianismo. Nació hacia el año 292 y su martirio ocurrió el 10 de diciembre del año 304 en la entonces Emerita Augusta, hoy Mérida.

Santa Eulalia hizo de la ciudad extremeña uno de los lugares de peregrinación más importantes de Europa occidental en la Alta Edad Media. La santa fue proclamada protectora de las tropas cristianas de la Reconquista y patrona de las Españas. La destrucción de su santuario primitivo por las tropas musulmanas y la declaración de Santiago apóstol como único patrón de España, en 1630, destronaron a la santa, que ahora es alcaldesa a perpetuidad de la ciudad de Mérida, entre otros títulos que le han otorgado en su tierra natal.

Diecisiete siglos después del martirio de la niña se venera una reliquia de Santa Eulalia en Grajal de Ribera, en el Páramo Bajo. El sábado 10 de diciembre, los devotos vecinos de este pueblo del sur de León, perteneciente al municipio de La Antigua, volvieron a la parroquia que la tiene como titular para adorar la urna de madera en la que se conserva un pequeño palito que se cree fue un hueso de la santa niña.

«Es un pueblo muy religioso», comenta el párroco Alberto. Las mujeres que cuidan y limpian la iglesia le han contado que siempre estuvo ahí pero nadie sabe decir desde cuándo. Los restos de la santa se encuentran en la catedral de Oviedo, pero en algún momento lejano de la historia debió ‘caerse’ una pequeña porción en este lugar cercano al camino de la Vía de la Plata.

La iglesia de Santa Eulalia de Grajal de Ribera data del siglo XV y aunque se derrumbó parcialmente en 1990, aún conserva un artesonado mudéjar espectacular (y necesitado de restauración) del siglo XV. La parroquia cuenta además con una imagen de la santa de factura románica. La huella de Santa Eulalia en León va más allá de este pueblo que conserva en sus casas más antiguas en el arco de medio punto.

En Santa Eulalia de Cabrera, el único pueblo de la comarca que no está en el valle del río del mismo nombre, sino a las faldas de la sierra de Cabrera, también venera a Santa Eulalia de Mérida, cuya imagen, una de las que más se asemeja a la niña que era, preside el altar mayor de la iglesia, con San Miguel a un lado y Santa Catalina al otro.

Antaño, el 10 de diciembre era una de las fiestas de invierno de Santa Eulalia. «Se hacía baile en las cuadras porque casi siempre nevaba», recuerda Cristina Valle, una vecina que ahora reside en Madrid. «Santa Eulalia era abogada de la nieve, contaban los mayores que para que no la comieran las alimañas quedó cubierta de nieve», relata.

Existía otro pueblo en León con el nombre de Santa Eulalia o Santa Olalla y sobrenombre de las Manzanas. Se trata de una de las localidades inundadas por el pantano de Luna. Santa Eulalia de las Manzanas perteneció al Ayuntamiento de Láncara de Luna, también bajo las aguas. Desapareció junto a los pueblos de Arévalo, Campo de Luna, La Canela, Casasola, Cosera de Luna, Lagüelles, Láncara de Luna, Miñera, El Molinón, Oblanca, San Pedro de Luna, Truva y Ventas de Mallo..

«Santa Eulalia de Mérida no hay que confundirla con Santa Eulalia de Barcelona, puesto que los documentos de las actas martiriales de la primera son de poco después de morir y los de la Barcelona son del siglo VI», comenta Máximo Gómez Rascón, canónigo de la Catedral de León responsable de su museo y experto en patrimonio sacro.

Ahora ya está asentada la teoría de que la catalana sería un doble de la extremeña que surgió al pairo de la popularidad iconográfica que alcanzó la devoción a la niña mártir, cuyos sufrimientos fueron narrados y alcanzaron tal difusión en la época que su martirio se encuentra en los mosaicos bizantinos de la iglesia de San Apolinar de Ravenna.

Un caso único
Grajal de Ribera no lleva el nombre de la santa en su topónimo, pero sí en su parroquia y tiene reliquia

Nacida en el seno de una familia cristiana, Eulalia era hija del senador Liberio y se negó a cumplir las órdenes del emperador Diocleciano de repudiar la fe cristiana y adorar a dioses paganos. Cuentan que tras un elocuente y valiente discurso ante el legado romano, le asestaron graves heridas sobre las que echaron aceite hirviendo, luego desgarraron su cuerpo, dislocaron sus miembros y la quemaron en la hoguera. «Cuando expiró salió de su boca en una paloma blanca que voló hacia el cielo que simboliza su espíritu», apunta Rascón.

En algunas iconografías ha sido representada con antorchas en las heridas y se cuenta que murió asfixiada por el humo y quemada.

El poeta Prudencio narró el martirio de la muchacha en el siglo IV. Y Federico García Lorca lo poetizó en su Romancero Gitano . «Al gemir la santa niña / quiebra el cristal de las copas». Una muestra de la pervivencia del halo de esta santa, que ejercer el patronazgo sobre la libertad de pensamiento, la elocuencia y la oratoria.

«Es una de las primeras mártires de la España cristiana y el culto que se dio en Mérida estuvo vigente hasta que los musulmanes destruyeron la ermita primitiva. Cuando llegó la invasión se convirtió en patrona de la lucha contra los musulmanes desde Asturias», añade Gómez Rascón.

Santa Eulalia, cuyo nombre también pervive en muchos pueblos asturianos, fue patrona de Asturias hasta que fue sustituida por Covadonga, aunque se mantiene como patrona de Oviedo. En la provincia de León, los pueblos llamados Santa Olaja están relacionados con Eulalia, «son el topónimo leonés de Santa Eulalia», aclara. En otras geografías es Santa Olalla.

«Efetivamente, los Santa Olaja (o Santolaya o Santolalla) proceden del nombre de esta santa en latín: Sancta Eulalia », confirma José Ramón Morala, filólogo y académico de la RAE. «La evolución no es muy complicada. la sílaba EU (que es de origen griego y muy poco frecuente en latín) se convierte en O. Lo mismo ocurre en Santovenia, que procede de Sancta Eufemia», explica. «El segundo cambio es el de LI + vocal. En estos casos, en castellano moderno tenemos una J. Igual que en muLIere > mujer. Con el añadido, en este caso, de que en asturleonés el resultado es Y, es decir Olaya. Con esta forma aparece el nombre en la documentación medieval. Luego se castellanizó poniéndole esa J, igual que muyer pasó a mujer».

En el caso de León, «estamos hablando de lugares importantes desde el punto de vista de la arqueología paleocristiana». Así existe el pueblo de Santa Olaja de la Ribera, en la margen izquierda del Bernesga y pertenciente al municipio de Villaturiel, está muy cerca de Marialba de la Ribera, donde se encuentran los restos de la basílica paleocristiana del siglo IV ahora en fase de reuperación y musealización. Tiene una iglesia del siglo XVI dedicada a Santa Eulalia.

Santa Olaja de Eslonza, del municipio de Gradefes y entre los ríos Esla y Porma, está muy cerca del monasterio benedictino de San Pedro y San Pablo de Eslonza, fundado en el siglo X por el rey leonés García I. Fue el segundo cenobio más importante de la provincia después de San Benito de Sahagún. Santa Eulalia es la patrona del pueblo, que se celebra el 10 de diciembre con misa de hermandad y desde antiguo con la primera degustación de un producto típico de la matanza, la chanfaina hecha con las vísceras del cerdo, pimentón y sopas de pan de hurmiento.

En Santa Olaja de la Varga existe un retablo de principios del siglo XVII de la escuela castellana que narra diferentes escenas del martirologio de Santa Eulalia. Fue restaurado a mediados de los años 90 del siglo pasado por José Luis González Santos, «más bien un trabajo de conservación dados los escasos medios de que disponía el pueblo», comenta el restaurador. «Es un retablo de autoría anónima perfectamente adecuado a la arquitectura tardogótica del templo», señala Máximo Gómez.

En el este de León se encuentra también el pueblo de Santa Olaja de la Acción, de cuya existencia se tiene conocimiento desde el siglo X, cuando el rey Alfonso IV dona al monasterio de los santos Facundo y Primitivo una serena in Sancta Eulalia subtus Corabita ( Santa Eulalia debajo de Peñacorada). En el año 942 había una iglesia con dos presbíteros, dedicada a Santa Eulalia. La actual tiene un retablo neoclásico del siglo XIXde madera tallada y policromada con imágenes del siglo XVIII.

Santa Olaja del Poema es otro de los topónimos ligados a la devoción a la mártir Eulalia. Cuenta Albito Suárez, de Lagüelles, pueblo inundado por el pantano de Luna que al suprimirse su parroquia se creó la de Santa Olaja del Porma, que carecía de esta entidad aunque tenía inglesia. En este proceso heredó a San Mamés de Lagüelles como santo titular de la nueva parroquia.

Toponimia y devoción van unidas en estos pueblos leoneses. El caso más singular es el de Grajal de Ribera, con su iglesia de Santa Eulalia. y la reliquia que guarda de los restos que fueron trasladados a la Catedral de San Salvador de Oviedo, «por un rey asturiano» —Peñayo o Silo— y reposan en la Cámara Santa desde que Alfonso II El Casto ordenó su traslado desde Pravia. Alfonso VI y el obispo don Pelayo depositaron estos restos en la urna de plata donde se veneran aún hoy. El mismo papa, Urbano VIII, que nombró a Santiago patrón único de España consagró a Eulalia como patrona de Oviedo.

tracking