Diario de León

Las OPAs exigen al Gobierno que evalúe la sequía a la espera de lluvias que podrían «paliar» una situación «catastrófica»

La Comunidad de Regantes del Canal Bajo del Bierzo suspende el inicio de la campaña de riego debido a la sequía La Mesa de la Sequía se reúne mañana para analizar las consecuencias de la carencia de precipitaciones de los últimos meses

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S.Gallo/ ICAL

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 Los sindicatos agrarios acudirán mañana martes, 20 de marzo, a la reunión de la Mesa de la Sequía con el fin de reclamar al Gobierno central que se analice la situación actual, aunque son conscientes de que las pérdidas son ya numerosas, especialmente en algunas zonas de España, y que la coyuntura puede complicarse todavía más.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha convocado para mañana una reunión con el fin de analizar las repercusiones que la actual situación meteorológica está provocando en el campo. El encuentro estará presidido por el subsecretario de este Ministerio, Jaime Haddad, y a él acudirán representantes de las organizaciones agrarias Asaja, Upa y Coag, de las cooperativas agroalimentarias, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore) y un representante del Ministerio de Hacienda.

El secretario general de UPA en Castilla y León, Julio López, consideró, en declaraciones a Ical, que lo que tendrá que hacer el Gobierno es «reconocer que el problema es muy grande» y que en algunas zonas la situación es «catastrófica e irreversible», caso que podría registrarse también en Castilla y León en el caso de que no se produjeran lluvias en los próximos diez días en lo que se refiere a los cultivos de secano y a los forrajes.

Soluciones Estado-CCAA

En el caso de los cultivos de regadío, López recordó que son varias las Comunidades que han optado por sembrar un 25 por ciento de la superficie regable, y ahora el Gobierno debería «estudiar medidas paliativas» de manera conjunta con los gobiernos autonómicos. Por ello, reclamó una reunión con la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, Silvia Clemente, para estudiar la situación de los diferentes cultivos y realizar una valoración «seria» de esta coyuntura. Por último, hizo un llamamiento al sector agrícola para que realice una «reflexión» y se haga un esfuerzo por modernizar los regadíos y hacer un «uso racional» del agua.

Por su parte, el secretario general de Asaja en Castilla y León, José Antonio Turrado, no se mostró demasiado esperanzado por el resultado de este encuentro, ya que la formación se reunió con los responsables ministeriales la semana pasada. «Ya sabemos lo que piensa el Ministerio» ante un panorama que se presenta «desolador». Asaja confió en que el Gobierno se decida evaluar la situación y, aunque las pérdidas «no se van a compensar con nada», el Ejecutivo central podrá tomar medidas que permitan «paliar la situación».

Desde Asaja se estimó que esta reunión se ha convocado porque «no queda más remedio», aunque Turrado entiende que el propósito del Gobierno es el de «dilatar los tiempos» y esperar a que la situación pueda mejorar. Además, y en relación a la situación de Castilla y León, Turrado aclaró que podrá «mejorar muchísimo» dependiendo de un cambio próximo en el tiempo, aunque lamentó que en España hay zonas en las que las pérdidas resultan «irreversibles».

Obras de regulación

Desde Fenacore, donde se encuentran agrupadas gran parte de las comunidades de regantes de Castilla y León, su presidente, Andrés del Campo, explicó a Ical que su trabajo es la gestión del agua, por lo que acudirán a esta reunión a conocer las propuestas que se realicen en cada zona concreta y a reiterar sus propuestas al Ministerio, que pasan, fundamentalmente, por el desarrollo de obras de regulación, especialmente en ríos como el Ebro, que es el que se encuentra en situación «de emergencia» ahora mismo, seguido por el estado de la cuenca del Duero.

Del Campo alertó de la posibilidad de que se produzca un cambio climático, lo que dará paso a lluvias «de carácter torrencial» y periodos de sequía «más amplios», lo que hará que sean «necesarias» obras de regulación como embalses o trasvases, ya que las cuencas, especialmente en el área mediterránea, que no tengan regulación sufrirá impactos «negativos» y «mucho mayores» que el resto.

El presidente de Fenacore reconoció que se está produciendo una sequía «meteorológica» por culpa de la falta de lluvias, que ha causado «muchos daños», sobre todo en los cultivos de secano, que padecen además otra segunda sequía que es la «agrícola». Sin embargo, los cultivos de regadío están sufriendo la sequía meteorológica, pero no la hidráulica, porque hay agua en los embalses, por lo que no se ha llegado al nivel de sequía agrícola. Por ello, estimó que habrá que estudiar los cultivos que se siembran ante la posibilidad de que se produzcan «limitaciones», aunque en este caso no entendió que sea posible hablar aún de «catástrofe». En el caso de Castilla y León, Del Campo explicó que los embalses se encuentran al 56 por ciento de su capacidad, cuando la media de los últimos diez años es del 69 por ciento, lo que supone una cantidad acumulada «ligeramente inferior».

Aunque declaró que la cuenca del Duero se encuentra en la segunda peor situación a nivel nacional por detrás del Ebro en cuanto a posibilidades de riego, entendió que hay otras cuencas que tienen una cantidad de agua embalsada menor, aunque «están acostumbrados a vivir con menor uso de agua», ya que la media de la última década ha sido muy por debajo de la actual.

Por último, Del Campo consideró que una «solución» para los agricultores podría ser los seguros agrarios, aunque aclaró que únicamente el 65 por ciento de los agricultores dispone de esta herramienta, en la mayoría de los casos porque «supone un coste importante». Para aquellos que lo posean, reconoció que los ingresos serán «menores», aunque «por lo menos podrán salvar», al menos hasta el próximo año.

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