La Junta ve ineficaz fumigar los pinares contra la plaga de la oruga
Fresnedo propone a Cubillos comprar una fumigadora municipal
La 'Lymantria dispar', u oruga peluda, en una foto de archivo.
Fumigar no es la solución. Así lo entienden en el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que volvió a recomendar ayer a los propietarios de pinos afectados por la plaga de la oruga peluda en Fresnedo que aguarden a que concluya el ciclo infeccioso antes de acometer un tratamiento fitosanitario preventivo. Fuentes de la administración recalcaron que la aplicación de productos químicos para acabar con las larvas no tendría demasiado efecto con la plaga en su momento de mayor expansión —la pedanía estima que este verano se habrá extendido a más de 200 hectáreas de pinares—, salvo que se empleara un avión para aplicar el producto desde el aire, algo que, insistieron, ahora mismo no permitiría la normativa europea.
El servicio territorial recordó, en cualquier caso, que el cuidado de la superficie afectada es competencia de sus propietarios, de acuerdo con la legislación vigente en sanidad vegetal, y deberán esperar a que decaiga la virulencia de la plaga.
La Junta Vecinal de Fresnedo, que el pasado fin de semana sometió a concejo público un plan de fumigación de 60.000 euros que los vecinos rechazaron porque no estaría al alcance del presupuesto de la pedanía, solicitará, por su parte, al Ayuntamiento de Cubillos que adquiera una máquina para fumigar valorada en 7.000 euros. «No se trataría de un capricho de los vecinos de Fresnedo porque podría usarse las veces que sean necesarias en cualquier punto del municipio y sería la opción económicamente más viable», aseguró el alcalde pedáneo, Ramiro Rodríguez.
El pedáneo también lamentó ayer que algunos particulares con pinos radiata afectados por la plaga
de la Lymantria dispar, nombre científico de la oruga peluda, hayan optado por talar los árboles afectados y vender la madera. «Lo único que van a lograr es extender la plaga», afirmó Rodríguez, convencido de que la infección de la oruga contaminará los camiones y las herramientas de la empresa maderera que fabrique muebles con los pinos talados. La Junta también había recomendado a los propietarios que no talaran los árboles por entender que la plaga no mataría al pino.