Diario de León

Atacados colmenares en 8 zonas no oseras

Los destrozos confirmados en lo que va de año fueron 4 en San Fiz do Seo y uno en Balboa, Herrerías de Valcarce, Riego de Ambrós y Oencia Los 200 socios de la Asociación Berciana de Apicultores muestran su preocupación

Ponferrada

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El oso empieza a tener preocupados a los apicultores del Bierzo, especialmente en donde nunca antes se había detectado su presencia o rara vez. Sólo en lo que va de año se han contabilizado en la comarca ocho ataques a otros tantos colmenares de zonas en las que no es habitual la presencia del plantígrado. Los destrozos de colmenas son importantes, hasta el punto de que han obligado a los productores de miel de estas zonas a tomar medidas preventivas de protección.

De forma oficial, documentada y contrastada por los servicios de la Junta de Castilla y León en la primera mitad de este año 2020 se han registrado cuatro ataques a colmenares situados en montes próximos a San Fiz do Seo (Trabadelo), uno cerca de Balboa, otro en un paraje próximo a Herrerías de Valcarce (municipio de Vega de Valcarce). También se contabilizó uno en las proximidades de Oencia. Todos estos casos afectan a la zona del Bierzo Oeste.

Pero los problemas con los ataques a colmenares también se están dando en la otra punta de la comarca, en el Bierzo Este. Así, hay constancia de al menos un ataque a un colmenar de la zona de Riego de Ambrós, localidad por la que pasan los peregrinos de camino a Santiago perteneciente al municipio de Molinaseca.

Medidas preventivas
Los daños del oso se pagan entre 100 y 150 euros por colmena y obliga a los apicultores a invertir más

«¡Nunca se había visto una cosa igual por estas zonas!», exclama en tono asombrado Francisco Prada, que es el secretario de la Asociación de Apicultores del Bierzo (Aberapi), una entidad que agrupa a unos 200 profesionales dedicados a la producción de miel.

Cuenta Prada que los guardias del área de Medio Ambiente de la Junta son bien conocedores del problema por la expansión del oso a zonas hasta ahora vedadas para él. Estos técnicos son los que acuden a la zona del problema y peritan los daños. El pago de indemnizaciones está perfectamente estipulado y publicado en el Bocyl. Suelen pagarse entre 100 y 150 euros por colmena. Todo dependiendo del daño que haya causado el oso en la misma. Varía en función también de si los panales de la colmena tenían miel o no.

Estado de una colmena con las abejas aún en un panal. DL

Aspecto de un panal al que el oso le comió la miel. DL

Cajones y panales esparcidos en uno de los colmenares afectados. DL

Las colmenas destrozadas son de varios socios de la Aberapi, que cuentan que no se han llevado el susto de toparse de frente al oso, aunque han logrado grabarlo con una cámara colocada de forma estratégica en el colmenar.

«Las pérdidas son importantes para el apicultor, ya que a los destrozos hay que añadir más costes que se unen a la actividad productiva», remarca Francisco Prada. En este sentido para evitar que el oso se acerque a los colmenares los afectados se tienen que gastar en implantar instalaciones de pastores eléctricos con los que repeler al animal. También se ven obligados a ampliar las zonas de desbroce de los montes para que el oso no se vea tan resguardado por la maleza cuando atraído por la miel del colmenar.

Además, otro hecho es que los apicultores pierden en muchos casos los enjambres, que es la base de la colmena y por tanto de la producción. «Supone volver a comprar material y enjambres, además de la miel perdida», dice el secretario de los apicultores, quien dice que está bien la ayuda de la Junta, pero no compensa los daños ocasionados.

Una de las colmenas lanzadas fuera del colmenar. DL

En este colmenar el oso acabó con todas las colmenas. DL

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