«El debate territorial está trasnochado y sólo entretiene a los que viven de eso»

—¿ Por qué votar al PP?

—Porque es el partido que tiene una trayectoria y un programa de gobierno para el progreso de esta provincia.

—Habla de progreso, pero los indicadores marcan lo contrario.

—Esta tierra tiene un problema: ha salido del fin de la minería y las térmicas, tras un cierre precipitado por la precipitación del Gobierno de Sánchez, que quiso ser más papista que el Papa, más ecologista que nadie y hacer cosas que otros países como Alemania o Polonia no han hecho. A ese número importantísimo de familias y de territorios que vivían de la minería les va a costar la reindustrialización. Nosotros apostamos por esa industrialización. Lo que querríamos es que el Gobierno de Sánchez apostara también, pero de momento, cero.

—La minería ya se estaba cerrando antes de este Gobierno y la reindustrialización se anuncia desde hace años. ¿Por qué va a funcionar esta vez?

—Es un proceso complejo porque no es sólo la administración la que tiene que reindustrializar, sino que son las empresas las que tienen que venir a instalarse. La Junta de Alfonso Fernández Mañueco, y anteriormente la de Juan Vicente Herrera, nos hemos preocupado por crear suelo industrial de calidad, equipado, como es Villadangos o Cubillos del Sil. Hemos acompañado proyectos y financiando con muchas decenas de millones de euros. Encontramos que quienes tiene los fondos de Transición Justa son los que deberían poner encima de la mesa algún proyecto. Hasta ahora solo he visto que van a descentralizar sedes. De eso se come poco.

—¿La estrategia es ir contra el Gobierno de Sánchez?

—La prueba que han dado los parlamentarios del partido socialista de León es que son sumisos al Gobierno. No han protestado contra los agravios. Han demostrado que no son nada distinto al Gobierno de Sánchez y al Gobierno de Sánchez no le interesa León.

—¿El PP de León es sumiso a la Junta?

—(Repite la pregunta para sí). No, nos exige muchas cosas y muchas de las actuaciones y modificaciones que llevamos en León parten de peticiones y propuestas de nuestros pueblos. El PP de León está en todos los pueblos, en cada rincón hay un concejal, un alcalde, un jefe de oposición. Por lo tanto, claro que hablamos con ellos, nos trasladan las necesidades y nosotros actuamos.

—Desde 1983, cuando se creó la comunidad, León ha perdido más de 71.000 habitantes. ¿Cree que hay una relación?

—Creo que es un debate trasnochado que entretiene a personas que no tienen alternativa, que no saben hablar de otra cosa, sólo de agravios, de deudas históricas, pero que no tienen programa, no saben gobernar, no están destinados a gobernar, nunca lo han hecho. Son opciones políticas que en treinta y tantos años no han aportado nada al crecimiento de nuestra provincia. Aquí lo que hace falta es trabajar, trabajar por crear buenas infraestructuras, por mantener los mejores servicios públicos, por llevar el transporte rural gratuito… Todas aquellas políticas que estamos haciendo la Junta de Mañueco y que, si los ciudadanos nos dan su confianza, seguiremos haciendo. Lo demás, los debates históricos y el cierre de mapas de hace decenas de años, cosas que saben jurídicamente y políticamente que son absolutamente inviables, les entretienen ahí porque probablemente de eso viven.

—¿La pérdida de población se debe a un problema global?

—Evidentemente que es un problema global. A ver si la despoblación va a ser sólo de León. La despoblación es un fenómeno general en la Europa interior. El problema es general, de las nuevas formas de vida, de los nuevos horizontes que busca la juventud. Probablemente la pandemia ha supuesto una paralización de la despoblación porque se ha visto el valor de los pueblos. Nosotros hemos estado ahí dando valor a nuestros pueblos, dándole servicios e infraestructuras y repoblando el medio rural. Esas son nuestras políticas, no son las políticas del Gobierno de Sánchez. Podemos hablar del lobo, de los ataques al avicultura y de los distintos ataques, como no al corredor Atlántico del noroeste.

—Si es global, porque en este mismo periodo Valladolid gana 37.000 habitantes.

—Valladolid gana donde gana y pierde donde pierde, cuidado. León tiene zonas de declive y otras que no. Hay municipios del alfoz que están creciendo. Son los movimientos poblacionales de una sociedad en cambio. Aparte, tenemos el problema de que León vivió del monocultivo de la minería. 40.000 familias vivían en su momento de la minería y no nos acordábamos de otras provincias que estaban pasándolo mal. Lo que ha sufrido León es el hachazo terrible del cierre de la minería y de las térmicas. Intentamos frenarlo todo lo posible ya desde el gobierno Herrera y desde el gobierno de Mañueco. Eso nos ha traído esta consecuencia. ¿Qué hacemos nosotros? Luchar por industrializar, por mejorar la agricultura y el campo de León, que es una de las grandes oportunidades, las infraestructuras turísticas y, por supuesto, la logística, que es capital para León. Vivir de otros recursos, no deslocalizables y exógenos y propios de nuestro territorio, es lo que tenemos que hacer.

—Torneros se empezó en tramitar en 2010, usted entró como subdelegado del Gobierno en 2011, en 2014 se aprobó la declaración ambiental y en 2016 la Junta aprobó el plan especial. ¿Por qué hasta que ustedes acabaron en 2018 no salió?

—Recordemos que en 2011 el Gobierno asume un estado en quiebra. Decían que había un 6% de déficit y había un 10. En 2011 había una situación de emergencia. El objetivo primero era no naufragar. Las políticas del Gobierno de Rajoy evitaron que se naufragase y se le premió echándole del poder pactando con los amigos de los etarras. Durante ese tiempo se hizo lo que era responsable hacer. A partir de ahí, en 2018 es cuando correspondía, una vez asentada la cuestión urbanística, hacer entrar en ella. El PSOE ha entrado en ella para vaciarlo de contenido. Ahí está Torneros, han encargado un proyecto, donde han quitado la parte ferroviaria, por tanto ya no puede ser puerto seco de Gijón, y han hundido y dado el certificado de defunción a Torneros.

—¿Los 35 años del PP en la Junta han beneficiado a León?

—León se beneficia de una educación que, según el informe Pisa, es la séptima del mundo si fuéramos un país; se beneficia de unos servicios sociales de excelencia, con un sistema público de protección de asistencia social y dependencia que lo puntúan la asociación de gerentes como la mejor de España; de una sanidad extraordinaria que ha sufrido las consecuencias de la pandemia y que se ha utilizado de forma torticera y vergonzosa por parte de la oposición para criticar por el sufrimiento que ha tenido el sistema y los profesionales, pese a que es única. Apostamos por la sanidad pública, la sanidad rural. Esto son herencias de gobiernos del PP, donde hemos mantenido el empleo en unas cotas altísimas por encima de las medias de España, donde todas las crisis en León, en Castilla y León, se han soportado mejor; ahí están los datos, el crecimiento del PIB, que ha sido mucho mejor que en otros territorios por la pandemia. La afección de la pandemia será inferior porque teníamos una economía con mucha fortaleza gracias a unas políticas de austeridad en el gasto, de inversión de los gobiernos del PP.

—¿Por qué no crecemos?

—Volvemos a lo mismo. Los datos hay que desagregarlos. Depende de qué estemos hablando. Crecemos en el ámbito agrícola y ganadero, en interés y número de empresas por territorio de logística... Crecemos en algunos parámetros y en otros, no crecemos porque la situación económica general derivada de la crisis golpea a todos los territorios y, también, a León. Nos golpea menos porque estamos más preparados. Además, por el fenómeno de la despoblación, por la desaparición de esa minería que nos está causando un daño enorme. Nosotros lo que estamos haciendo es trabajando. Otros, lamentándose, cuando son los responsables.