La Junta solicita al Gobierno el texto de la reforma educativa para su discusión
El consejero de Educación, Francisco Javier Alvarez Guisasola, hizo un balance positivo del año 2004 en lo que respecta a la Educación, aunque considera que también ha sido un ejercicio de «luces y sombras». Guisasola ve por un lado un balance «positivo» porque se ha logrado que a pesar de los anuncios de modificaciones de las leyes básicas de Educación y de la incertidumbre que surgió en su momento incluso en las dudas sobre si iba a comenzar el curso con normalidad, se ha conseguido que la Educación siga funcionando «sin mayores sobresaltos y cumpliendo nuestro modelo educativo que es en definitiva lo que interesa». Pero cuando se refiere a «luces y sombras» lo hace por la incertidumbre de la futura reforma, que no se sabe en qué va a consistir. Guisasola explicó, en declaraciones a Europa Press, lo sitúa ahora en un «compás de espera» que desea se solucione cuanto antes. Por ello, ha pedido al Ministerio de Educación que después del documento de reflexiones sobre el sistema educativo que se presentó en la conferencia sectorial, se presente un texto de reforma para luego ya discutir de manera concreta. «Después se puede hablar de otros temas y dar la opinión», dijo Guisasola, quien considera necesario el borrador del texto legislativo, «que es cuando se podrá entrar a la discusión y cuando se puede llegar al famoso pacto educativo que tanto se pregona». En cualquier caso, cree que para la comunidad de Castilla y León y para todas las del PP hay algunas cuestiones de fondo, no de forma, que son irrenunciables. «En primer lugar, la Educación debe ser un elemento vertebrador del Estado», no debe de haber 17 sistemas diferentes, pero además otro tema fundamental es que debe ser «elemento de justicia social» que impida las diferencias entre comunidades autónomas. «Lo demás es todo discutible», concretó. Así, concretó, hay algunas «pequeñas sombras» que no son imputables a Castilla y León como la imposibilidad de llevar a cabo las las modificaciones curriculares que estaban listas para empezar este curso. En concreto, estaba previsto poner en marcha las de Infantil y Primaria, en las cuales, igual que en Secundaria y Bachillerato, ese 35% que la Ley concede para asuntos de interés para la comunidades se había dedicado a reforzar lectura, escritura, a iniciar aprendizajes de manera temprana y a la introducción de lenguas extranjeras de manera oficial y curricular. Estas modificaciones no se pudieron poner en marcha por la paralización de la Loce, aseguró Guisasola, quien manifestó su esperanza de que el próximo curso se pueda retomar.