El 41,5% de los jóvenes considera que no puede dejar la casa familiar

El 41,5% de los jóvenes de entre 14 y 29 años que vive en Castilla y León considera que con sus ingresos no puede emanciparse ya que continúa necesitando ayuda económica, frente al 37,3% que reconoce que podría hacerlo, según revela un avance de la encuesta sobre la situación económica y social de este colectivo en la comunidad elaborado por la Dirección General de Estadística de la Consejería de Hacienda. Por sexos, los hombres reconocen que sí podrían hacerlo en un 39,9% de los casos, mientras que las mujeres no superan la barrera del 35%, en su mayoría -en el 45,5% de las ocasiones- aseguran que precisan de ayudas ajenas. Además, en función del lugar de residencia, se aprecia que los que viven en el ámbito semiurbano (el 42,8%) entienden que pueden lograrlo en mayor proporción que los del ámbito urbano que se ven incapaces (un 46%). Si se analizan estos datos por provincias, se observa que más de la mitad de los jóvenes salmantinos son capaces de independizarse, un 58,6%, mientras que en el otro extremo se encuentran los sorianos que por sus niveles de ingresos lo ven imposible en el 73,7% de las ocasiones. La percepción de los ciudadanos de Salamanca es similar a la de los jóvenes de provincias como Ávila y Valladolid, donde también la mitad de los encuestados, el 50,7%, se ven capaces. Es el caso, también, de León, con una cifra del 51,8%. En el polo opuesto están, después de Soria, Segovia, Burgos y Zamora, donde el porcentaje de miembros de este colectivo que no cuenta con recursos suficientes para marcharse de casa se encuentra en el 58,3, 56,7 y 56,6%, respectivamente. Después, estaría Palencia con un 54,3%. Edad media Los datos de la encuesta, elaborada sobre un total de 3.775 hogares (9.666 personas) y un margen de error del más-menos 1,62%, reflejan que la edad media de emancipación de los jóvenes de la comunidad se encuentra entre los 23 y 24 años, aunque los que todavía no pueden marcharse de casa por falta de recursos sostienen que podrían hacerlo cuando alcancen los 28 ó 29 años de edad. Entre los jóvenes, la edad idónea sería entre los 25 y 26 años, tanto para los hombres como las mujeres. No obstante, los hombres aseguran que se independizan un poco más tarde, entre los 24 y los 25 años, frente a una media de entre 23 y 24 que registran las mujeres. Además, por lo que respecta a los que todavía viven con sus padres, los hombres indican que podrían marcharse entre los 29 y 30 años, también por encima del sexo opuesto que marca la franja de edad entre los 28 y los 29. En función de los niveles de estudios, los encuestados se independizan a una edad u otra. Así, los que tienen estudios primarios incompletos son los que se han emancipado antes, entre los 21 y 22 años, al tiempo que los que poseen una formación universitaria superior y de postgrado son los que lo hacen más tarde, entre los 25 y 26 años de media. Contribución al hogar El avance, que también analiza la contribución de los jóvenes a sus gastos personales y a los del hogar, indica que el 48,7% recibe regularmente una paga de sus padres, en mayor medida las mujeres (el 51%) que los hombres (el 46,6%). Además, cuanto menor es la edad, mayor es su dependencia económica de los progenitores.