Tontunas

Crítica de televisión

Ya hemos visto las primeras imágenes de Museo Coconut, la serie de Joaquín Reyes y sus amigotes. Fichados por Antena 3 para Neox, los manchegos cambian de formato para adentrarse en la sit-com pura, casi una novedad en España, donde cuesta más hacer una comedia de media hora que un festival de country. Después de La hora chanante (Paramount Comedy) y Muchachada Nui (La 2), una nueva tontuna sin «Celebrities» o «Mundo viejuno». Y, por lo que parece, también sin mujeres, que yo no sé si Bibiana Aído se habrá enterado. Lo cierto es que aquí tampoco estamos muy avanzados en reivindicaciones tontas (en Estados Unidos, los actores sordos y ciegos han protestado porque Abigail Breslin, ni ciega ni sorda, va a interpretar a Hellen Keller en Broadway). Bueno, introducir mujeres en el núcleo principal de la compañía estable de amigotes sería traicionar el espíritu kabuki-albaceteño de la muchachada. En las imágenes publicadas, vemos al grandísimo Carlos Areces caracterizado como la dueña del museo. Y con Carlos Areces disfrazado no se echa de menos a una mujer. Sólo recordar aquella delirante pieza de Muchachada Nui en la que hacía de Aretha Franklin (y en la que Aníbal Gómez hacía de la madre de Whitney Houston). Museo Coconut , cuya trama transcurre en un museo, con su director, sus vigilantes, sus guías o su dueña (e hijo), se graba con público en directo. Y se perfila como la producción propia más atractiva de la parrilla de Neox, que ya lo es bastante atractiva con comedias como Modern Family, Rockefeller Plaza, Glee, The Big Bang Theory, Cómo conocí a vuestra madre -¦ De lo nuevo en todas las cadenas, lo más esperado.

Y otra tontuna. La de la señora y el gato en el contenedor. No sé cómo todavía no se le ha ocurrido echar la culpa a la tele. Esa señora ha crecido viendo Don Gato. Viendo los títulos de crédito finales donde Don Gato se metía en el cubo de la basura, se colocaba el pijama de lunares, ponía el despertador, se lavaba los dientes y se ponía tapones y antifaz para ir a dormir.

La televisión es mala maestra, ya lo decía John Condry.