Diario de León

feria del libro de león Elogio de la letra impresa

«Celebrar cada año una Feria del Libro supone un hecho civilizador»

José Luis Puerto aseguró en su pregón que leer «nos ayuda a vivir de un modo más humano, más pleno». Quince casetas esperan en San Marcelo la visita de los lectores desde ayer y hasta el domingo día 12.

Ángel Yugueros, de los libreros, José Luis Puerto; el alcalde; Alfredo Fernández, de Banco Herrero, y Teodoro Martínez, del ILC.

Ángel Yugueros, de los libreros, José Luis Puerto; el alcalde; Alfredo Fernández, de Banco Herrero, y Teodoro Martínez, del ILC.

Publicado por
e. gancedo | león
León

Creado:

Actualizado:

«Es la hora del lector. Es nuestra hora». Con un extraordinariamente lírico pregón, donde las facetas de poeta, de narrador, de etnógrafo y de docente que tiene José Luis Puerto se fundieron al servicio de una idea, la del tributo a la lectura y a la letra impresa, quedó ayer inaugurada la 36ª Feria del Libro de León.

«Página a página, libro a libro, el tiempo se nos vuelve más hermoso, más nuestro, adquiere otra dimensión, porque los libros nos dan alas para transitar por los territorios de la memoria, del conocimiento, de la imaginación, de la plenitud, de la belleza», asentó Puerto después de bosquejar la historia de este elemento clave para entender la historia y la cultura humanas, desde la fabricación del papel hasta la invención de la imprenta en el siglo XV.

Anteriormente a ésta, por ejemplo en la Edad Media, «la cultura no podía ser libresca, puesto que no existían el libro impreso ni el papel. Los libros, manuscritos en pergaminos, eran casi exclusivamente patrimonio de los monasterios. Entonces, para elaborar un libro de doscientas hojas, se calcula que había que sacrificar unos cuarenta o cincuenta carneros. De la piel del animal al pergamino había un largo proceso, marcado a su vez por la lentitud; y tal material era al tiempo costoso. De ahí que hubiera que aprovechar cada hoja todo lo que se pudiera, para que cupiese el mayor número de palabras. Y, debido a tal economía, surgió la invención de las letras minúsculas, que las crearon los monjes medievales».

Por eso aseguró Puerto, nacido en la localidad salmantina de La Alberca en 1951 pero vinculado a León desde hace décadas, que el libro impreso «democratiza la cultura». «Nace con él la figura del lector: ese ser humano que lee en silencio y en la soledad de una estancia aquel libro que elige. Y con él, van difundiéndose las bibliotecas —tanto públicas y de las instituciones, como particulares—, las librerías, las ferias y toda una constelación de hechos en torno al libro, que configuran el sesgo que la cultura tiene en toda Europa tanto en la Edad Moderna como en la Contemporánea», explicó Puerto durante la lectura del pregón, que tuvo lugar en el salón de plenos del Consistorio de San Marcelo, la plaza en la que las quince casetas se abrieron también ayer al público.

Tras las palabras del alcalde, Emilio Gutiérrez, quien junto con el presidente de los libreros, Ángel Yugueros, y el resto de autoridades paseó a continuación por entre los diferentes stands, Puerto recordó que el libro «establece una suerte de solidaridad profunda entre solitarios. Lleva el conocimiento y la memoria más allá de los límites del individuo y, como en un continuo oleaje, de unos a otros —de autores a lectores, de unos lectores a otros, y de lectores a autores— configura ese océano dilatado, enigmático y profundo de la cultura humana a lo largo del tiempo». José Luis Puerto, cuya obra más reciente es la monumental recopilación Leyendas de tradición oral en León ahuyentó los malos presagios que algunos lanzan contra el libro impreso y los índices de lectura ratificando su convicción de que celebrar año tras año una feria del libro «supone ya, de por sí, un hecho civilizador. Porque el libro es, a lo largo de la historia, el vehículo más eficaz que ha creado el ser humano para la transmisión de la cultura y la difusión de los conocimientos». Y así, antes de animar a todos los ciudadanos y visitantes a adentrarse en la feria, y con ella en otros mundos posibles, ensalzó Puerto la intensa presencia del libro y de la labor literaria en la ciudad y tierra de León —de la Biblioteca Azcárate a la extensa nómina de autores aquí nacidos o criados—. Y tampoco se resistió a citar palabras de grandes maestros de las letras como Jorge Luis Borges, cuando daba gracias «por el hecho de que el poema es inagotable/ Y se confunde con la suma de las criaturas/ Y no llegará jamás al último verso/ Y varía según los hombres».

Los libros, concluyó Puerto, «nos ayudan a vivir de un modo más humano y más pleno». «Acerquémonos, pues, al espíritu de la letra», pidió.

tracking