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«A la sangre derramada juntos»
Una historiadora alemana aporta nuevos datos sobre la Legión Cóndor en León.
Imágenes que aparecen en el libro ‘La guerra como aventura. La legión Cóndor en la Guerra Civil Española’, en la que los alemanes aparecen relajados en Berlín, León y Tarragona.
Por primera vez, una alemana se sumerge en la experiencia española de la Legión Cóndor. La historiadora Stefanie Schüller-Springorum es la autora de La guerra como aventura. La legión Cóndor en la Guerra Civil Española, un libro esencial que muestra hasta qué punto los pilotos alemanes participaban es casi todas las batallas importantes llevando a cabo la primera guerra aérea contra la población civil de un país europeo.
¿Cómo lo vivieron los pilotos mismos? ¿De dónde vinieron, cual era su trasfondo social y familiar, sus aspiraciones y experiencias en esta guerra no-declarada? ¿Cómo percibían la realidad que se les presentaba en las tierras españolas, qué imagen tenían de sus amigos y enemigos, cómo vivieron la lucha aérea y qué pensaban de las destrucciones y de la represión franquista? La autora nos cuenta esta historia desde una perspectiva novedosa, basada en fuentes originales, muchas de ellas descubiertas por ella y presentadas aquí por primera vez. No solo se detiene en operaciones de tanta relevancia simbólica como los bombardeos de Durango o Guernica sino que nos habla también de los crímenes de guerra cometido contra pueblos como Bujalance, en Andalucía, o Granollers, en Cataluña. Pero sobre todo nos cuenta cómo vivieron la «aventura española» los voluntarios de la Luftwaffe. Este libro es una contribución importante a la historia de la guerra y de las relaciones hispano-alemanas.
Destaca, por ejemplo, Schüller-Springorum cómo el propio Wolfram von Richthofen, jefe del Estado Mayor de la Legión Cóndor, insistió —durante el banquete que siguió al desfile triunfal en abril de 1939 en León— en pronunciar el siguiente brindis que suscitó escaso entusiasmo entre sus anfitriones: «Por los mejores soldados de infantería del mundo, los nacionales y los republicanos».
La obra da detalles también acerca de las muertes de los legionarios en España. Así, destaca que el último muerto de la Legión, Hans Nirminger, falleció durante un vuelo de entrenamiento el 11 de mayo en León.
La historiadora aporta información sobre el modo de vida que los soldados alemanes tenían en León. En este sentido, cabe destacar que en la mayoría de los casos los legionarios contaron con numerosos medios de distracción que hicieron su estancia más llevadera. Así, Stefanie Schüller-Springorum asegura que en la capital de provincia, el personal de la Legión pudo disfrutar de excelentes restaurantes —seguro que con colegas españoles— y ver cantantes de café muy sexis.
