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PATRIMONIO

La Cabrera y Valdería dan un vuelco a la Carta Arqueológica con 58 castros

Los enclaves protohistóricos duplican el censo que se dio por definitivo en 1988

Nuevo castro incorporado a la carta arqueológica de León

Nuevo castro incorporado a la carta arqueológica de León

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ANA GAITERO | LEÓN
León

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Las comarcas de La Cabrera y Valdería son una mina de oro para la arqueología. Los enclaves castreños han dado un vuelco a la Carta Arqueológica de León y eleva a 58 las huellas de poblamientos astures o romanos, aún se desconoce el origen, que surcan las laderas montañosas siguiendo el curso de sus ríos principales, el Cabrera y el Eria.

El último de estos nuevos castros ha sido localizado muy cerca del pueblo de Llamas de Cabrera, municipio de Benuza, en la margen izquierda del río. Por el otro lado del cauce del Cabrera discurren los canales de época romana por los que discurría el agua para explotar la mítica mina de oro de Las Médulas.

Los nuevos hallazgos configuran «un panorama muy diferente para construir cualquier modelo de ‘ocupación del territorio’ en tales comarcas», subraya el arqueólogo territorial de la Junta, Julio Vidal Encinas, en un artículo que publica en la revista Argutorio con una relación de los nuevos hallazgos excepto el último de Llamas de Cabrera, que es muy reciente.

Diario de León avanzó el 29 de junio de 2014 los nuevos 15 castros inéditos que se habían incorporado a la Carta Arqueológica en La Cabrera y Valdería. Desde entonces la lista no ha dejado de aumentar.

La hipótesis de que estos enclaves estuvieran relacionados con las explotaciones auríferas y la construcción de los canales romanos ya ha sido avanzada en anteriores estudios, como el de Lage Reis, sobre los castros prerromanos y romanos de La Cabrera.

Los nuevos descubrimientos han modificado sustancialmente el censo más completo que existía hasta ahora, el elaborado por Javier Sánchez Palencia y Dolores Fernández Posse en 1988 en el marco de las excavaciones que se realizaron en la Corona de Corporales (Truchas).

Palencia y Posse llegaron a dar por cerrada la investigación, como se desprende de sus propias palabras, recogidas por Vidal: «Consideramos que hemos registrado todos los castros existentes en la zona escogida para nuestro trabajo».

Las modificaciones no son sólo numéricas sino también cualitativas pues, como indica el arqueólogo territorial, «han hecho aparición un tipo de fortificaciones en altura emparentadas» con otras del noroeste de la provincia de Zamora, en la sierra de La Culebra.

«Se trata de fortificaciones arriscadas fuertemente defendidas por numerosas líneas de muralla de piedra en seco, que aprovechan los afloramientos de los crestones cuarcíticos para compartimentarlos y convertirlos en multitud de recintos muy difíciles de expugnar», añade.

El vuelco a la Carta Arqueológica de León abre, asimismo, nuevas interrogantes sobre los poblamientos castreños. «Creemos que la construcción de tal modelo de ocupación del territorio no se hizo contando con la realidad material de la presencia humana castreña en tal ámbito geográfico, ni tampoco existe un conocimiento representativo del escenario arqueológico que subyace en tales sitios» que, apenas cuentan con excavaciones arqueológicas.

Las únicas prospecciones arqueológicas que se han realizado se reducen al castro de la Corona de Corporales, en La Cabrera Alta, con un total de 465 metros cuadrados excavados en el castro romano. Los sondeos llevados a cabo en Puente de Domingo Flórez dentro de la Zona Arqueológica de Las Médulas apenas descubrieron 20 metros cuadrados que sacaron a la luz materiales de época romana «insuficientes para reconstruir la identidad cultural del poblado», aunque la hipótesis inicial que justificaba las excavaciones «era que se trataba de un castro prerromano», subraya Vidal.

Para el arqueólogo, el único castro que puede ser considerado prerromano «de manera fidedigna» es la Corona de Corporales y no se puede afirmar lo mismo de otros castros considerados también de fundación prerromana (La Baña y Castrocontrigo) como apuntaron Sánchez Palencia y Fernández Posse.

«No en vano, se trata del único excavado en todo el ámbito de La Cabrera, habiendo alcanzado la superficie estudiada algo más de 650 metros cuadrados para un recinto que alcanza los 12.300 de superficie habitable total y casi 7.000 de real», explica.

El parentesco de los castros cabreireses con los de la vecina Zamora fue presentado por Vidal Encinas en un congreso sobre fortificaciones de la Edad del Hierro celebrado en Zamora el año pasado.

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