Diario de León

CARLOS LATRE HUMORISTA

«España es un país de prismáticos y mucho morbo»

A sus 23 años y después de cinco colaborando en radio y televisión, Carlos Latre ha consolidado su éxito como imitador-humorista en Telecinco metiéndose en la piel de una variada galería de personajes. Los directivos de t

Carlos Latre caracterizado como Dinio y como la becaria Bea

Carlos Latre caracterizado como Dinio y como la becaria Bea

Publicado por
Mercedes Rodríguez - MADRID.
León

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La becaria Bea, la bruja Lola, Dinio, Pepe Navarro, Rosa, Santiago Segura... son algunos de los personajes a los que da vida cada noche Carlos Latre, quien pese a otras ofertas quiere seguir siendo marciano en el planeta de Sardá (Crónicas marcianas) y seguir combinando la televisión con sus colaboraciones en RNE. -Esta habilidad para imitar o crear personajes, ¿la ha tenido siempre? -Sí, desde niño. Ya que siempre fui gordito, me tenía que valer de la simpatía. Cuando vi que se me daban bien las imitaciones, decidí optar por ese camino. Empecé haciendo radiofórmula como disjockey en Reus, de allí pasé a Barcelona para hacer un programa de humor, Segundos fuera (Radio España). Y a raíz de este espacio hice mi primera aparición en TV3, donde hacía un personaje muy pijo que se llamaba Borja. Entonces me fichó Sardá. -¿Quería dedicarse a esto o soñaba con otra profesión? -La ilusión de mi vida era convertirme en corresponsal en Estados Unidos. Ser periodista es una ilusión que no he perdido todavía, porque tengo mucho tiempo por delante. No cierro ninguna puerta. Dejé el periodismo por motivos profesionales, pero el proyecto está ahí, aparcado. -Uno de sus imitados, Pepe Navarro, habló bien de usted, dijo que quizá estaba desaprovechado, pero no estaba de acuerdo con que la misma cadena en la que trabaja le imitase. -No sé. El mismo Pepe Navarro, al día siguiente de salir la imitación, me llamó personalmente para felicitarme. Uno de los objetivos de Crónicas marcianas es sacar salero de la actualidad y de todos los programas. Al principio, también fue imitado el propio Javier Sardá. No es un ataque, es una parodia de un personaje que ahora está de moda. -¿Usted se ríe de sí mismo? -Siempre. Un chico como yo que se dedica a hacer reir a los demás lo primero que tiene que hacer es reírse de sí mismo. -Pero en España parece que el sentido del humor pasa por reírse de los demás... -En España hay mucho morbo y siempre nos ha gustado observar qué hace el vecino de enfrente. España es un país de prismáticos y creo que, efectivamente, gusta más reírse de los demás. Pero también tiene mucho sentido del humor. De cualquier asunto o persona se hace un chiste y la vida hay que tomársela así. -¿A qué personaje ha tomado más cariño? -A Bea, mi becaria favorita. No es una imitación, Bea es como una figurita de barro que yo he ido modelando poco a poco. No deja de ser yo con una peluca. -¿Se siente entonces como un becario que empieza? -Sí, al menos con la ilusión de un becario que inicia una nueva faena. Para mí, cada día es una aventura diferente, donde no sabes lo que va a pasar, que es la grandeza del programa. Para mí, Crónicas es como una obra de teatro cuya representación es única cada día y con un público diferente. Disfruto a diario con lo que hago, que es la única manera de que el público se ría también. -¿Cómo elige los personajes, es Sardá quien le encarga o los fabrica usted solo? -Es al cincuenta por ciento. Hay veces que propongo yo un personaje, porque Sardá me da mucha libertad. Otras, se pone de moda alguien, como Rosa de Operación Triunfo, y me pide él que pruebe a ver cómo sale. -La bruja Lola se ha comido su imitación, ya que ahora interviene en el programa. -Sí. Es el fin de una etapa, porque teníamos a Lola en la distancia encarnada en mí. Ahora que ha llegado a Marte, es ella la que tiene que brillar. Yo tengo admiración por todos los personajes a los que imito. Te tienes que fijar tanto en sus gestos y en lo que dicen que al final les tomas cariño. -¿Qué personaje le ha costado más interpretar? -Boris Izaguirre, porque yo intenté imitar el momento en que aparece más con su propia personalidad que cuando exagera. -¿Tarda mucho en caracterizarse? -Mucho. Para caracterizarme de Joaquín Sabina tarde tres horas, pero para ensayarlos tengo muy poco tiempo. Me dijeron que tenía que interpretar a Pepe Navarro a las cuatro de la tarde.

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