Diario de León

LITERATURA

La casa donde Pereira fabulaba cuentos se convierte en museo

Mañueco, presidente de la fundación del escritor, lo inaugura el viernes El próximo año se celebrará el centenario del nacimiento del autor con un ciclo de conferencias

El escritor Antonio Pereira en la biblioteca de su casa, situada en la avenida de la Facultad. NORBERTO

El escritor Antonio Pereira en la biblioteca de su casa, situada en la avenida de la Facultad. NORBERTO

León

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El maestro del cuento ya tiene museo. El 13 de junio del próximo año se cumple el centenario del nacimiento de Antonio Pereira . Su fundación prepara un gran ciclo de conferencias para mantener viva la memoria del autor de Picassos en el desván . El viernes, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, presidente de honor de la fundación del autor villafranquino , inaugura la casa-museo, que ya abrió sus puertas el año pasado con motivo del 90 cumpleaños de Antonio Gamoneda, uno de los mejores amigos de Pereira.

La fundación prepara un gran ciclo de conferencias a partir de enero para celebrar los cien años del autor de Cuentos de la Cábila. También pretende que el salón, con un aforo para 25 personas y en el que el poeta y artista Juan Carlos Mestre ha pintado recientemente un mural inspirado en L as ciudades de Poniente de Pereira, pueda utilizarse para actos culturales. «Queremos que esté al servicio de la sociedad», afirma Joaquín Otero, director-gerente de la fundación y sobrino del escritor.

El Instituto Leonés de Cultura (ILC) colocó el año pasado una placa en el portal del número 19 de la avenida de la Facultad, donde está la vivienda ahora reconvertida en museo en la que el autor de E l síndrome de Estocolmo creó la mayor parte de su obra y algunas de sus mejores historias. El museo podrá visitarse de forma gratuita, previa cita concertada.

Un escritor con mucho cuento

Un piso lleno de los recuerdos de toda una vida, con sus máquinas de escribir, su inmensa biblioteca —que acabó por adueñarse de la mayoría de las estancias—, primeras ediciones, libros dedicados de puño y letra por sus autores, fotografías con amigos como el citado Gamoneda y Victoriano Crémer o Elena Santiago, retratos más o menos fidedignos del escritor, premios, una partitura dedicada por Cristóbal Halffter y una placa «al honorable tertuliano e insigne escritor» que le entregó el Café Gijón en su 80 cumpleaños. También el birrete que lució el día en que fue nombrado Honoris Causa por la Universidad de León, el 15 de marzo de 2000. En aquella ocasión, en la que Gamoneda recibió el mismo título, el escritor villafranquino habló de Portugal y de unos tíos que tenía allí, aunque luego resultó que todo había sido un precioso cuento.

«Era un intelectual de primera, pero sin pretensiones», sostiene su sobrino. En la casa del autor de País de los Losadas hay objetos que dan idea de su excelente humor, como una placa de Hermanos Konejung que anuncia: «Navajas, cuchillos, tijeras, de calidad inmejorable y garantizada». Y es que el escritor era propietario de una ferretería en la esquina de Gran Vía de San Marcos y Roa de la Vega.

En su piso dejó auténticos ‘tesoros’ que no están a la vista, como la correspondencia que mantuvo con Camilo José Cela y Jorge Luis Borges.

Siempre compartió el juicio de Borges sobre la narrativa larga: «Desvarío laborioso y empobrecedor escribir en 500 páginas una historia cuya perfecta exposición oral puede hacerse en pocos minutos». Pereira era un maestro de la oralidad y se convirtió en uno de los mejores cuentistas.

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