León ‘coloca’ de favoritos al Nobel de Literatura a cuatro candidatos
Mircea Cartarescu, John Banville, Adonis y Houellebecq, galardonados con el premio leonés Leteo, figuran en las quinielas al galardón que se falla este jueves

La Academia Sueca no facilita la lista de nominados, vacío que ocupan las casas de apuestas. Hasta el jueves, cuando se conocerá al nuevo ganador del Nobel de Literatura, cuatro escritores galardonados con el Premio Leteo figuran entre los favoritos. El mejor puntuado es el rumano Mircea Cartarescu. En las ‘quinielas’ también destacan otros tres Leteo: el sirio Martin Amis, el irlandés John Banville (que firma sus novelas negras como Benjamin Black) y un ‘lunático’ llamado Houellebecq que puso como condición para recoger el premio en León en 2005 poder asistir con su perro, con el que se paseó por el escenario del Auditorio.
El autor de Las partículas elementales, su mascota y Fernando Arrabal —también ganador del Leteo y que insistió en participar en la ceremonia— formaron una improvisada y surrealista performance que dejó atónito al público. Houellebecq, a pesar de hablar correctamente castellano, se negó a pronunciar una sola palabra en español. Y a punto estuvo de no recoger el premio cuando una azafata del Auditorio le prohibió entrar con el perro.
En las casas de apuestas no aparece este año el surcoreano Ko Un, de 92 años, que el día de San Froilán recogió el Leteo de esta edición en el Auditorio Ciudad de León y ha sido un firme candidato al mayor premio literario del mundo. Hay una regla no escrita de conceder el Nobel a hombres y mujeres, alternativamente, que se ha cumplido desde 2017. El año pasado recayó en la surcoreana Han Kang, autora de novelas como La vegetariana o La clase de griego. Así que el ganador de este año debería ser un hombre y, por cuestiones de «equilibrios», se baraja un escritor occidental.
Censurado durante la dictadura de Ceaucescu, Cartarescu (Bucarest, 1956) es el favorito en casas de apuestas como Oddspedia o Gamebookers. Un autor complejo, deslumbrante y dueño de un universo onírico insuperable.
El poeta rumano que no escribe versos se consagró con Nostalgia, uno de los textos más originales y revolucionarios de las últimas décadas. Cartarescu es también autor de novelas como Lulu, historia de una obsesión, que sumerge al lector en el mundo de lo surreal, un libro de complicada lectura, al igual que su epopeya cómica Levantul, en la que recurre a los capítulos del Ulises como fuente de inspiración.
El Nobel de Literatura distingue la calidad literaria de toda la obra de un autor, según la Academia Sueca, y está dotado diez millones de coronas (unos 980.000 euros). Desde 1901 ha consagrado a muchos escritores, ha descubierto otros para el gran público y se ha olvidado de unos cuantos, como Kafka, Orwell, Virgina Woolf o Borges. Entre los mejor posicionados están el argentino César Aira, la mexicana Cristina Rivera Garza y el australiano Gerald Murnane.
Un Nobel efímero
El ganador del Leteo John Banville fue Nobel de Literatura durante 40 minutos. Recibió una llamada de Estocolmo en la que le anunciaron que era el ganador. Su hija le dijo que era una broma. El escritor devolvió la llamada y el mismo interlocutor le aseguró que había sido un error y que el próximo año se lo darían. Pero no sucedió.
Solo cinco españoles lo han conseguido: José Echegaray, en 1904; Jacinto Benavente, en 1922; Juan Ramón Jiménez, en 1956; Vicente Aleixandre, en 1977; y Camilo José Cela, en 1989. Hay quien añade un sexto, el peruano Mario Vargas Llosa, que tenía también nacionalidad española desde 1993. En la lista de nominados al Nobel de Literatura hay decenas de españoles que finalmente no lograron el galardón. A la Academia Sueca le va el misterio. Nunca revela hasta 50 años después los nombres de los nominados al Nobel. Averiguar los posibles aspirantes se convierte cada año en un caso tan apasionante como descubrir al asesino en las primeras páginas del mejor relato policíaco. Sin duda, es uno de los secretos mejor guardados y, precisamente, este ocultismo suscita todo tipo de quinielas. La casa de apuestas británica Ladbrokes tiene su propia nómina de candidatos, en la que aparecen un centenar de aspirantes al mayor premio de la literatura mundial. El poeta leonés Antonio Gamoneda figuró en ella después de ganar el Premio Cervantes.
Pocos escritores pueden presumir de haber sido nominados en tantas ocasiones como Concha Espina, propuesta 25 veces. La autora de La esfinge maragata, vicepresidenta de la Hispanic Society y miembro de honor de la Academia de las Letras y las Artes de Nueva York —aunque no logró entrar en la RAE—, fue candidata al Nobel por primera vez en 1926. Las nominaciones se sucedieron año tras año hasta 1932. Nuevamente, volvería a ser propuesta en 1952, 1953 y 1954. Partía como favorita, pero finalmente lo ganaron François Mauriac (1952), Winston Churchill (1953) y Ernest Hemingway (1954).