Las discográficas de EE. UU. pierden 1.500 millones por piratería

La piratería musical vía Internet o a través de las mafias organizadas y el popularmente conocido top-manta es un problema a nivel internacional que preocupa a la industria discográfica de todo el mundo, que se reúne estos días en torno al Midem de Cannes. Precisamente, en las jornadas, los expertos se están planteando nuevos métodos para combatir este delito, que hizo perder a las discográficas estadounidenses más de 1.500 millones de euros en el 2002, como explicó Hilary Rosen, máxima responsable de la RIAA (Record Industry Association of America), la Afyve norteamericana. Rosen afirma que las «enormes pérdidas económicas» que ha sufrido EE. UU. el año pasado son el reflejo de la crisis por la que está pasando la industria del disco a nivel internacional y señala que es «difícil» prever qué pasará este año. «Confiamos en que perderemos menos, pero seguirán siendo niveles muy negativos», aclara Rosen, quien ofrece dos vías para solucionar el pirateo, basadas en mejorar el márketing de los discos y en la concienciación de la sociedad, sobre todo, de los más jóvenes. Para Rosen, es necesario mejorar el atractivo físico del producto. Tanto su presentación como algo más importante: utilizar nuevas modalidades, como canales múltiples que mejoren el resultado final del producto, ofreciendo extras como una mejor calidad de sonido. Pero la sociedad también tiene que poner su granito de arena y, sobre todo, Rosen pone especial atención en los jóvenes «para que no piensen sólo que apoyan la música por el mero hecho de invertir en ella su tiempo». «Deben concienciarse de que no se puede acceder a una obra sin pagar un dólar por ella», precisa esta alta ejecutiva, para quien el mercado musical internacional «está cambiando» y opina que es «obligación de los gobiernos de todo el mundo ser más combativos» con la piratería. Rosen afirma, además, que si todavía hay países que no han actuado en contra de este delito es porque, hasta ahora, algunos de los más avanzados «no se han dado cuenta de la importancia económica y cultural» de la industria discográfica. No obstante, el punto más conflictivo para las discográficas está en los países orientales y puso el ejemplo de Taiwán, donde existen 40 fábricas de CD cuando el mercado local es suministrado por seis de estas fábricas. De hecho, Rosen dice que existen problemas de factor tecnológico con Microsoft, Intel, H&P o Apple que, aunque «se dicen contrarios a la piratería, no se han sentado seriamente a afrontar este problema». «Hay técnicas de protección de discos que podrían utilizarse, siempre que sean compatibles con los ordenadores y puedan escucharse en cualquier PC», concluye. Contra la globalización El ministro brasileño de Cultura, el cantante Gilberto Gil, afirmó ay eren Cannes que «las pequeñas producciones independientes son una buena forma de luchar contra la globalización». Gil expresó su intención de apoyar la música independiente «para oponer diversidad a la globalización». «La globalización tiene un efecto paradójico. Por un lado, las músicas están más mezcladas, pero por otro lado permite a los mercados locales salir al exterior».