Historia de soledad e incomunicación

El segundo Oscar le llega a Pedro Almodóvar por el guión de Hable con ella, donde el cineasta manchego habla de soledad e incomunicación en una historia llena de subtramas que se hilvanan con mimo y encajan como piezas de un puzzle, de modo que si se prescindiera de algún elemento la trama quedaría manca. El hecho de que Hable con ella fuera el primer trabajo de Pedro Almodóvar tras el Oscar al mejor filme de habla no inglesa conseguido en 2000 por Todo sobre mi madre, marcó su escritura, hasta el punto de que en esta película hay un guiño a la anterior. Y así, si Todo sobre mi madre se cerraba con la bajada de un telón, Hable con ella se abre cuando sube el telón y aparece la primera coreografía de Pina Bausch que encauza la historia, una historia con la que Almodóvar en un tono teñido siempre por la tristeza y bañado por los sones de la bossa nova, con temas de Carlos Jobim y actuación en vivo de Caetano Veloso. Almodóvar, autor de todos los guiones de su filmografía, aborda en Hable con ella temas como la soledad, la incomunicación o el poder de la palabra, a través de la amistad de dos hombres (Javier Cámara y Darío Grandinetti) que surge en un hospital donde cuidan de dos mujeres (Leonor Watling y Rosario Flores) postradas en coma. Pero lo hace desde otra forma de narrar, una vez finalizada la trilogía compuesta por sus tres filmes anteriores: La flor de mi secreto, Carne Trémula y Todo sobre mi madre. «El Oscar lo tengo enfrente de donde escribo, pero si lo he tenido en cuenta al escribir Hable con ella es para demostrar con esta película mi independencia y libertad. Por eso la escritura de este guión ha sido la más compleja, variada y larga en el tiempo», confesaba Almodóvar días antes de estrenar la película, y cuando sabía que se había decidido por el camino más difícil, huyendo de lo trillado. Por eso confesaba: «Hable con ella es una película de emociones básicas. No es la película de alguien que ha ganado un Oscar».