La guerra aparece en la Mostra con una película polaca y otra libanesa

La guerra ha hecho acto de presencia en la sección competitiva del Festival de Venecia gracias a un filme polaco y otro libanés, mientras, también en concurso, se vio un sólido largometraje italiano sobre la creencia popular en los milagros. El polaco Jan Jakub Kolski firma Pornografia , su undécimo largometraje, que cuenta la historia de una localidad de su país en 1943, durante la ocupación nazi, y las relaciones que, en ese contexto agobiante, se desarrollan entre los habitantes. La violencia, no sólo física, es el eje central de la historia y gobierna la vida de esa comunidad, cuyos residentes la padecen o la ejercen de modo variado. Kolski es también uno de los guionistas de esta cinta que fue bien recibida en la proyección oficial y en la que, según dijo, ha querido aplicar un «dinamismo casi ultrajante» para contar unos hechos extremos y el efecto que causan en las personas. El conflicto bélico es el tema de fondo en Le cerf-volant , de la libanesa Randa Chahal Sabbag, con experiencia en el mundo del documental y que ha presentado en Venecia su cuarto largometraje, una visión sentimental de la vida en la frontera entre Israel y Líbano, en los altos del Golán, tras la guerra de 1967. El pueblo en el que se desarrolla la historia ha quedado separado por la guerra y ahora sus habitantes recurren a la ayuda de la Cruz Roja, a laboriosas gestiones o incluso al megáfono para hacerse llegar mensajes con sus familiares del otro lado. Por otra parte, en la sección competitiva que premia con el León de Oro se ha presentado también Il miracolo , del italiano Edoardo Winspeare, que construye un retrato de las esperanzas y frustraciones que se generan en torno a algunos acontecimientos que carecen de explicación lógica. En la película, un niño de doce años es atropellado por una joven que huye y, tras recuperarse en el hospital, tiene una participación en la inesperada curación de un moribundo. El afán por conseguir dinero o el morboso interés de la televisión salen a relucir en este filme sobre los supuestos milagros. Así, Winspeare explicó ayer que el verdadero milagro no es otro que «el amor grande por el prójimo». Tanto el niño protagonista como la joven que la atropella, de la que luego se hace amigo, son debutantes y su actuación resulta muy convincente en esta película, que ha sido enormemente aplaudida.