«Los artistas son como funcionarios en busca de una subvención»

Félix Cuadrado Lomas es uno de los grandes pintores castellanos del siglo XX, un paisajista que ha comprendido como pocos la intensa verdad de las inmensas llanuras y los leves oteros de esos campos de tierra, de esas comarcas cerealistas que se extienden por las provincias de Valladolid, Palencia o León. Cuadrado Lomas ha pintado la tierra, sus pueblos, sus hombres, sus luces y sombras, con un hondo sentimiento, con figuras que se asientan en el lienzo como si fueran eternas estatuas de enorme peso en las que se percibe la gravedad, la sencilla y perenne gravedad, de la historia vivida por los seres cotidianos. Aunque le queda mucho camino por delante, ha llegado el momento de recordar su trabajo a lo largo de los años, más de medio siglo de pintura, de buena pintura, se resume en la muestra, comisionada por Javier Hernando, que estos días puede contemplarse en la sala Lucio Muñoz, de la Delegación Territorial de Junta. -¿Es importante para usted el reconocimiento que significa una exposición que, como esta, viaja contando su historia plástica por Castilla y León? -Es la segunda que hago, hice otra retrospectiva hace veinticinco años en Valladolid. Claro que es importante ver todo el trabajo de muchos años reunido... miras hacia atrás y si se mantiene sientes alegría y si no... te quedas como una estatua de sal. Esta bien, aunque es muy laborioso recoger toda la obra importante, porque no es fácil saber donde está. En la exposición hay mucho, pero yo he hecho mucho más, he trabajado intensamente a lo largo de los años. -¿Se siente usted un pintor de Castilla? -De Castilla soy porque nací en Castilla, eso desde luego. Yo nací en Valladolid y desciendo de Palencia. No lo soy en un sentido muy estricto, lo que pasa es que he pintado mucho el paisaje que me rodeaba, Valladolid, Palencia y Tierra de Campos, que es la tierra donde he vivido, pero Castilla es muy grande y no he llegado a todos los sitios. -Sus paisajes con el paso del tiempo se han sido simplificando hasta convertirse en un virtuoso ejercicio de colores planos y formas casi geométricas... -Es que ya está todo ello muy intelectualizado, aparte de que yo no me separo nunca de la realidad, no trato de ser abstracto puro. Yo salgo al campo de cuando en cuando, veo el paisaje, que siempre me parece importante y nuevo, y a la hora de trabajar tengo mis predilecciones por ciertas formas y ciertos colores, por una manera distinta de ver los terrenos. Por ejemplo, la llanura total no me sirve, en el cuadro se quedaría en dos líneas. Yo voy a los contrastes de las linderas, a las formas de las tierras, para llevarlos a una visión muy esencial y muy estricta que al algunos puede parecerles abstracción. Trato de enseñar a la gente a ver el paisaje, porque no todo el mundo cuando camina por el campo sabe donde está, ve el paisaje pero no lo ve, parece una paradoja pero es así. -Entre sus obras hay un amplio apartado dedicado a temas taurinos, ¿es usted un gran aficionado a los toros? -Fui aficionado y de alguna manera lo sigo siendo, pero no de una manera apasionada, si me quedo sin ver una corrida tampoco me llevo un gran disgusto. En realidad voy a ver el espectáculo desde un punto de vista plástico. Fui a muchas corridas, pero hoy está todo tan maleado que voy perdiendo interés por la fiesta. Espectáculos como los toros o el circo han perdido gran parte de su magia. -¿Ha cambiado mucho el mundo artístico en el tiempo que a usted le ha tocado vivir? -Antes, cuando pintabas, de alguna forma te jugabas el tipo. Hoy los artistas son como funcionarios, solamente se preocupan de que les den subvenciones, pintan para museos en vez de pintar para la gente. Yo tengo otra visión, tengo otro sentido del arte, no comulgo con eso. Será por mi edad, pero me voy quedando en solitario. ¿me entiende lo que quiero decir? - En la composición de buena parte de sus cuadros se percibe un componente geométrico... -Eso parte de una visión del paisaje, de las formas de las tierras, que luego se puede llevar al bodegón, al denudo o al retrato... a lo que quieras. Tampoco es nuevo, tiene un sentido constructivista que se ha impuesto desde el momento del cubismo y que han empleado muchos pintores. La geometría se ha manejado con bastante frecuencia, especialmente para hacer ropajes, fondos y , sobre todo, en la composición. Es una gran tiranía que uno a veces se impone. La composición a mí me interesa mucho, no la pongo por encima de lo demás porque el arte de pintar reúne una cantidad de conceptos enorme, la forma, el color, la línea, la luz... pero creo que es muy importante. Cuadrado Lomas recuerda con cariño su primera exposición en León, allá por los años cincuenta, en la sala que entonces se ubicaba en el Palacio de los Guzmanes. Desde entonces han cambiando muchas cosas, pero sigue siendo un pintor joven, pletórico de ilusiones y que solamente quiere poder seguir pintando en libertad, haciendo lo que le gusta... más o menos tiranizado por la geometría.