«He tenido la valentía de contar lo que muchos viven y callan»

Tan procaz como el personaje de Lolita que creara el genial Nabokov, pero de carne y hueso, la joven siciliana Melissa Panarello presentó ayer en León su controvertido diario, titulado en España Los cien golpes (Editorial Poliedro), que llega precedido por el escándalo y, por consiguiente, unas ventas millonarias. Sus precoces escarceos sexuales con apenas dieciséis años, que relata con toda crudeza, la han aupado a los primeros puestos. La enfant terrible de las las letras italianas suscitó ayer el interés -tal vez, el morbo- de numerosos leoneses que acudieron a verla en persona. -Su libro ha provocado un gran escándalo en Italia y, es de suponer, que también en España. ¿Va a aprovechar esta popularidad para seguir escribiendo? -Siempre quise escribir, desde pequeña. A mis padres les parecía un capricho infantil, tenían otros planes para mí. Yo diría que, a pesar del escándalo, seguiré escribiendo. Un éxito de 800.000 ejemplares con un primer libro pesa mucho cuando uno se sienta frente al ordenador. Sé que con el segundo es probable que no tenga tanto éxito, pero ya estoy en ello. Se trata también de una novela autobiográfica. Si Los cien golpes tratan de cómo una niña se hace mujer, la próxima será de cómo una adolescente alcanza la calidad de persona. -«Los cien golpes» (como se ha traducido el libro al castellano) relata las experiencias sexuales de una adolescente. ¿Cuánto hay de autobiografía y cuánto de ficción? -Hay un noventa por ciento de autobiografía y un diez por ciento de ficción. Todas las experiencias que relato son reales, he pasado por ellas. Sucede que están tamizadas por la memoria, porque si bien he escrito el libro en forma de diario, lo he hecho después de los acontecimientos. Es ese tamiz de la memoria lo que considero el diez por ciento de ficción. -¿Por qué el sexo sigue siendo un tema tabú? -Nunca se ha hablado más de sexo que en la actualidad. La industria pornográfica crece más rápidamente que ninguna otra. Hay muchos libros que hablan de sexo sin tapujos. Lo que sigue siendo tabú en nuestra sociedad es la sexualidad de los adolescentes. No se nos toma en serio, nadie cree que podemos tener pulsiones, sentir dolor, pensar de una manera autónoma, encontrar placer en la práctica del sexo. No quieren reconocernos la condición de personas. -¿Qué opina su familia del libro? -Bueno, primero fue el escándalo. De hecho, tuve que amenazarlos con un pleito si no me permitían publicarlo. Que haya firmado mi libro sólo con la inicial de mi apellido fue una idea de ellos. Creían que así se guardaban un poco las formas. Pero mi padre es muy raro. Por ejemplo, no leyó el libro hasta hace dos meses. Y hay dos cosas curiosas sobre él: por un lado, está orgulloso de mi éxito mediático, no porque haya escrito un libro; por otro, cuando lo leyó, se enfadó porque no hablo bien de él. No le importó si estaba bien escrito ni tampoco el dolor que allí describo. -Rowling conquistó a los niños con «Harry Potter», ¿aspira usted ha ser un fenómeno similar entre los adolescentes? -No, ni pensarlo. Pero lo cierto es que, en Italia, durante un tiempo, mi libro le ganó al último Harry Potter en la lista de más vendidos. -«En mi paladar se han entremezclado hoy cinco gustos distintos, cinco sabores de cinco hombres...». Es una cita literal. ¿Cómo se sentía después de estas experiencias? -Había dos momentos. Cuando ocurrían, lo que buscaba era el placer. Esto puede resultar un poco chocante. Sólo después me daba cuenta de que aquel camino por el que iba no me conducía a ninguna parte. Allí es donde está el dolor que quise contar en el libro. Pero no hablo mal de los hombres con quienes me encontré, porque era yo la que buscaba lo que pasaba. -¿Cuál era su intención al publicar el libro? -Melissa, la del libro, es ahora para mí un personaje de ficción. De no haber publicado el libro, habría quedado encerrada en un cajón y no habría sido capaz de desprenderme de ella y superarla. Pero, además, mi intención al escribirlo siempre fue la publicación. Lo mandé a todas las editoriales italianas. Quería ser una escritora y éste sigue siendo mi principal meta. -¿Tiene pensada una segunda parte o está escribiendo algo en estos momentos? -Como ya he comentado antes, sigo escribiendo. El próximo libro será más irónico, tendrá más distancia con las experiencias vividas y, como el sexo no será el tema principal, supongo que no se venderá tanto. Creo que lo terminaré hacia fin de año. Si algo me da rabia de esta experiencia es que todos han puesto el acento en el morbo de Los cien golpes, sin tener en cuenta que hay una ambición narrativa detrás del fenómeno mediático de una adolescente que ha tenido la valentía de contar lo que muchos viven y callan.