Delitos en directo

IMPENSABLE hace años, ahora es tal la proliferación de cámaras que se puede asegurar que la filmación de delitos es rutina diaria. Puede que casualmente lo registre una cámara privada (recuérdese el apaleamiento policial a Rodney King en Los Ángeles...), pero ahora ya están en algunas calles, en edificios públicos, en bancos, en parkings o en viviendas. Su función es la seguridad, disuadir de la comisión de actos delictivos. En 2001, una de estas cámaras fijas de seguridad registró un asesinato en Madrid. Caso cerrado pero sin que el culpable haya sido identificado. Telemadrid anunció su intención de emitirlo la noche del jueves en Sucedió en Madrid . Para evitar la intervención de las autoridades judiciales, la autonómica ocultó una serie de datos previos. En todo caso, afirmaron, la emisión pretendía contribuir a esclarecer el crimen. Imagínese por un momento que van y consiguen la detención del culpable. Guste o no habrán ejercitado su derecho al servicio público. Claro que eso tiene otras variables y derivadas seguramente muy espinosas, pero es grano de otra molienda. Los formatos con estas grabaciones no tardarán en aparecer, sin duda. Otra variante de esa telerrealidad que algunos reivindican con demagogia vergonzante. Se supone que los archivos policiales y judiciales están repletos de filmaciones semejantes. Con la de morbo que encierran...